Trucos sencillos, baratos y con múltiples efectos positivos para el hogar, que se vuelve cada vez más popular en invierno.
Entre los trucos de hogar que se viralizan en redes y grupos de consejos domésticos, uno de los más mencionados es colocar un vaso con vinagre debajo de la cama por la noche. Se trata de una práctica vinculada a la limpieza, la energía y el cuidado de los alimentos almacenados.
Aunque suele usarse en la cocina, el vinagre blanco tiene propiedades que lo convierten en un aliado para múltiples fines dentro del hogar.
Su capacidad para neutralizar olores, absorber humedad y repeler insectos lo transforman en un ingrediente ideal para trucos poco convencionales.
La forma más común de aplicar este truco es colocar un vaso de vidrio transparente, sin tapa, con aproximadamente un cuarto de vinagre blanco.
Se lo ubica debajo de la cama o cerca de la cabecera, siempre sobre una superficie firme para evitar derrames accidentales.
Uno de los efectos más valorados de este método es su capacidad para eliminar olores cargados en habitaciones cerradas.
El vinagre actúa como un neutralizante natural, capturando las partículas responsables de los malos olores y dejando el ambiente más limpio sin necesidad de aerosoles.
Además de su efecto en el aire, se le atribuyen propiedades para absorber la humedad de ciertos espacios y hasta para modificar la energía del ambiente, según quienes practican técnicas de bienestar en el hogar. Por eso, su uso durante la noche gana cada vez más adeptos.
En algunas casas, especialmente las más chicas o con problemas de espacio, es común guardar alimentos no perecederos en muebles cercanos a la cama.
El vinagre ayuda a alejar insectos y mantener esas zonas más higiénicas, actuando como un repelente natural.
Si bien se trata de un truco inofensivo, es importante evitar dejar el recipiente al alcance de mascotas o niños. Además, no se recomienda usar vinagre en envases de plástico, ya que puede alterar su composición y reducir su efectividad.