El Ejecutivo resolvió aplazar el envío de pliegos judiciales, incluidos los de la Corte Suprema, hasta después de los comicios de octubre.
Javier Milei asistió al Tedeum del 25 de Mayo sin escarapela.
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El Gobierno de Javier Milei decidió postergar los anuncios sobre las vacantes en la Corte Suprema de Justicia hasta después de las elecciones legislativas del 26 de octubre. La medida también alcanza a los cargos vacantes en juzgados, fiscalías y defensorías públicas.
Estos pliegos deben ser tratados y aprobados por la Cámara de Senadores de la Nación, pero hasta el momento no han sido enviados al cuerpo legislativo que preside Victoria Villarruel.
Si bien el Ejecutivo había anunciado en noviembre del año pasado su intención de enviar los pliegos para cubrir cargos en la Justicia, aquella experiencia no tuvo buen resultado. En ese momento, se impulsaron las candidaturas de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para integrar la Corte, pero ambos terminaron renunciando tras fuertes cuestionamientos.
Los pliegos de ambos postulantes llegaron a ser tratados en la Cámara Alta, donde fueron rechazados por amplia mayoría. Esa derrota llevó al oficialismo a replantear su estrategia de cara a futuras nominaciones judiciales.
Según datos del Consejo de la Magistratura, actualmente hay 184 vacantes en juzgados federales y 127 en otras jurisdicciones. En el Ministerio Público Fiscal, hay 161 cargos de fiscales sin cubrir, mientras que en el Ministerio Público de la Defensa hay 80 lugares vacantes.
Desde el Poder Judicial remarcan la necesidad de avanzar con estos nombramientos para agilizar el funcionamiento del sistema. Sin embargo, en la Casa Rosada todavía no definen los nuevos nombres, en parte porque buscan negociar con la oposición y los gobernadores dialoguistas, especialmente en relación con los próximos candidatos a la Corte Suprema.
Por otra parte, el oficialismo volverá a impulsar la idea de ampliar el número de miembros del máximo tribunal. Argumentan que la Corte debe "tener más integrantes para ser más representativa". Entre las alternativas que se barajan, se analiza llevar el número de cortesanos a siete o incluso nueve.