Un policía en estado de ebriedad volcó esta madrugada en San Rafael y luego chocó a dos autos estacionados, uno de los cuales quedó dentro de una acequia.
Iba en su propio auto y estaba fuera de servicio. El alcoholímetro marcó 2,09 de alcohol en sangre. La IGS le abrió un sumario.
Así quedaron los autos. Gentileza portal de noticias Infoya.
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Un policía en estado de ebriedad volcó esta madrugada en San Rafael y luego chocó a dos autos estacionados, uno de los cuales quedó dentro de una acequia.
El accidente se registró a la 1.50 del lunes en calle Colombia y Alem y el conductor, identificado como J.A.C.S (27), tiene el cargo de oficial ayudante, según informaron desde el Ministerio de Seguridad y Justicia.
El siniestro ocurrió cuando el Fiat Cronos gris, al mando del uniformado, volcó y terminó impactando contra otros dos vehículos que se encontraban estacionados.
Como resultado, el Fiat tuvo daños totales en su parte frontal, un parabrisas roto, abrasiones en el lateral izquierdo, capot y techo con abolladuras múltiples.
Un Fiat Palio verde que estaba en el lugar terminó dentro de una acequia con daños en el guardabarros y paragolpes. En tanto que un Toyota Corolla gris sufrió trizaduras en el paragolpes trasero izquierdo.
Al conductor del Fiat, un oficial ayudante de la Policía de Mendoza, se le realizó un dosaje arrojó un resultado de 2,09 g/L de alcohol en sangre. No presentó lesiones, por lo que fue llevado por sus compañeros de la Policía Vial hasta la Comisaría 8.
Desde la Inspección General de Seguridad (IGS) confirmaron el hecho, al tiempo que informaron que se abrió un sumario administrativo al efectivo accidentado.
Por otra parte, anoche en Guaymallén, la Policía detuvo a A. C. , un conductor de 57 años que estaba totalmente alcoholizado y fue detenido.
El hombre fue demorado en Mathus Hoyos y RT 24, a las 23.20 del domingo. A esa hora se denunció al 911 de que un hombre circulaba en una camioneta Renault Duster de manera peligrosa.
Según informó el Ministerio de Seguridad y Justicia, personal policial detuvo la marcha del rodado y, al realizarle el control de alcoholemia, el conductor arrojó 2,63 g/l, es decir, más del quíntuple de lo permitido por ley.