Soto está imputado por el delito de homicidio agravado por alevosía y violencia de género. Si se lo encuentra culpable de femicidio, recibirá la pena de prisión perpetua.
Néstor Soto, el acusado por el femicidio de Catalina Gutiérrez. (Pedro Castillo / La Voz)
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En una nueva audiencia del juicio por jurados populares por el femicidio de Catalina Gutiérrez, la joven de 21 años asesinada en la ciudad de Córdoba, las pericias psicológicas de Néstor Aguilar Soto revelaron que el acusado es "narcisista", "obsesivo" y "compulsivo".
El abogado de la familia de la víctima, Carlos Hairabedián, informó a la Agencia Noticias Argentinas que los peritos oficiales determinaron que el barilochense "tiene un fuerte (casi exclusivo) predominio por las relaciones de amistad femeninas".
Las tres psicólogas y las dos psiquiatras que leyeron el informe señalaron que el imputado "fue agresivo y el obrar para no ser descubierto obedeció al miedo", precisó el querellante.
Una de las peritos descartó la emoción violenta, una característica en la que "si bien había carga afectiva, no había cargas motoras". Los especialistas corroboraron que Soto actuó como obsesivo ya que "su madre estaba muy atenta a las malas notas en lugar de festejar las buenas, por lo que él necesitaba el control sobre las situaciones, si no sucede como quiere, se frustra".
En tanto, el presunto asesino fue "narcisista" a raíz de que "merecía cosas que no necesariamente se las ganó" y buscaba constantemente el "reconocimiento" y el "afecto". El acusado también fue "impulsivo" ya que ejecutaba sus acciones con violencia.
Además, prestaron testimonio las médicas que realizaron la autopsia al cuerpo de la estudiante de arquitectura. Las profesionales detallaron que la damnificada sufrió un corte de 2,5 centímetros de ancho en el cuello cuando fue estrangulada.
"Esa fuerza habría sido hecha de forma tal que todo el aparato laríngeo fue llevado hacia atrás rompiendo la cara posterior de la tráquea", detallaron Romina Rufino y Eliana Moretta.
La necropsia reveló que había múltiples golpes de distintos ángulos generados "por un elemento tipo romo, que sería un puño o un palo", al tiempo que Gutiérrez intentó defenderse y luchó para que el femicida no la mate.
Durante la lectura del informe, los padres de Catalina, Marcelo Gutiérrez y Eleonora Vollenewider, se abrazaron en todo momento mientras observaban al sindicado, quien permaneció inmutado y nunca los miró.
Hairabedián indicó que este jueves declararán los últimos cuatro testigos y también comparecería Soto.