La Fiscalía pidió 18 años de cárcel para el imputado por la tragedia de la Costanera

La Fiscalía de Tránsito solicitó 18 años de prisión para José Caccia, el único imputado por el trágico accidente de la Costanera donde perdieron la vida los niños Agustín (8) y Abril Kruk (3) y resultó lesionada la madre de los niños, Carla Pagliaricci.

Declaró la mamá de Chano y aseguró que su hijo no la agredió y que en ningún momento empuñó un cuchillo

Para los fiscales el acusado debe ser condenado “homicidio simple con dolo eventual en dos hechos y lesiones graves con dolo eventual” (por las lesiones sufridas por madre de los chicos), tal como se viene sosteniendo desde que empezó la investigación. Además se pidió la inhabilitación de 10 años para conducir vehículos.

El fiscal Giunta repasó el caso, sosteniendo que Caccia iba a exceso de velocidad: los testigos que iban en otros autos lo describieron que “venia como loco”, a unos 100 kilómetros por hora. Además, la pericia mecánica estableció que iba a no menos de 72,16 kilómetros por hora.

Además le auto Ford Farlaine era modelo 69 y estaba en mal estado de conservación, según los peritos que lo revisaron tras el accidente.

“Caccia al ver el camión que cruzaba la Costanera, hizo una maniobra brusca hacia la izquierda, hacia el puente, donde estaba la familia Kruk y los envistió si hacer maniobra evasiva”, sostuvo el fiscal, agregando que esa maniobra fue vista por los testigos y confirmado por las pericias de Científica.

Si todos los testigos vieron el camión y disminuyeron la velocidad para evitar cualquier tipo de siniestro, en tanto que el Farlaine dejó una marca en el asfalto de una maniobra brusca, indicaron desde la Fiscalía de Tránsito.

“Caccia los envistió a una velocidad mayor a la permitida que era de 60 kilómetros por hora y él iba a no menos de 72. Los envistió a alta velocidad con un auto en malas condiciones y sin frenar. Los otros automovilistas bajaron la velocidad y frenaron”, afirmó el fiscal Darío Tagua, jefe dela fiscalía de Tránsito.

Además, se dijo, el imputado no tuvo en cuenta que habia una obra vial y que tenía un cartel indicando que se debía transitar a una máxima de 20 kilómetros.

“Si Caccia hubiera frenado no se hubiera producido el accidente y pudo haber visto a los niños y la señora en la esquina ya que su visión no le impedía ver a las víctimas” indicó Giunta.

Ambos fiscales sostuvieron que el caso debe ser calificado como “homicidio simple con dolo eventual en dos hechos y lesiones graves con dolo eventual” (por las lesiones sufridas por madre de los chicos), tal como se viene sosteniendo desde que empezó la investigación. Tras citar algunos fallos de la Corte provincial, sobre la responsabilidad de conductor que conocía “todos los peligrosos de su acción al momento del hecho”.

Así fue el accidente

El siniestro fatal ocurrió el 14 de diciembre de 2018, a las 19.30, en Costanera y Matienzo, de Guaymallén, cuando Carla Pagliaricci, junto a sus dos hijos - Agustín (7) y Abril Kruk (3)- iban a cruzar la Costanera para ir a jugar a una plaza de Ciudad.

En ese momento, transitaba el transportista Sergio Miranda a bordo de un camión (de Oeste a Este y a baja velocidad) por Matienzo para ingresar a Costanera. En dirección contraria -de Este a Oeste- iba un VW Gol conducido por Oscar Peca, en estado de ebriedad.

Con este panorama se encontró José Caccia, quien se movilizaba a bordo de un viejo Ford Farlaine por Costanera hacia el Norte.

Caccia venía a una velocidad considerable (los testigos dicen que iba a más de 60 kilómetros), cuando intentó frenar el auto pero finalmente se fue contra la vereda noroeste, donde estaba la familia Kruk, embistiéndolos.

Madre e hijos resultaron gravemente heridos. Agustín murió en la madrugada del sábado 15, cuando estaba internado en el hospital Notti.

Carla, la madre, a pesar de estar herida solicitó el alta voluntaria y fue a cuidar a los niños. El 22 de diciembre, Abril sufrió una falla multiorgánica y falleció también en el hospital Notti.

En enero de 2019, el juez penal Jorge Coussirat, literalmente, “dio vuelta” la investigación y dictó el sobreseimiento (y la libertad) del camionero Sergio Miranda y de Oscar Peca, conductor del VW Gol, sosteniendo que nada tuvieron que ver en la tragedia de la Costanera.