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Un trágico accidente aéreo sacudió el aeropuerto de San Fernando cuando un Bombardier Challenger 300 LV-GOK se despistó, chocó contra varias casas y se incendió. La aeronave provenía desde Punta del Este, Uruguay, cuando se estrelló, provocando la muerte del piloto y del copiloto.
El terrible hecho puso en foco al avión privado, considerado uno de los jets más confiables del mercado. Según informó Noticias Argentinas, este pertenecía a la familia de Jorge Brito, presidente del Club Atlético River Plate y dueño del Banco Macro.
El Challenger 300 es un jet privado de tamaño mediano fabricado por Bombardier Aerospace, diseñado para ofrecer vuelos de mediano y largo alcance. Su autonomía de vuelo permite recorrer hasta 5.700 kilómetros sin escalas, lo que le otorga la posibilidad de realizar trayectos intercontinentales.
El avión está impulsado por dos motores gemelos Honeywell HTF 7000, que le permiten alcanzar una velocidad de crucero de 870 kilómetros por hora.
En términos de diseño, el avión ofrece una cabina amplia y cómoda. Tiene dimensiones de 1,85 metros de alto por 2,18 metros de ancho, mientras que su capacidad máxima es de nueve pasajeros.
Además, cuenta con asientos ajustables, mesas plegables y compartimientos para equipaje, con espacio para ocho valijas y seis equipajes de mano. Externamente, el avión es de color blanco con líneas decorativas y un diseño reconocido por premios aeronáuticos internacionales.