Pelé en la Bodega: así fue su visita a Mendoza hace 58 años

Fue la única vez que el Rey jugó en nuestra provincia con el famoso Santos que venía de ser bicampeón mundial.

Godoy Cruz Santos Pelé
Godoy Cruz Santos Pelé

Fue en marzo de 1964, hace 58 años, Edson Arantes Do Nascimento, uno de los más grandes jugadores de fútbol de todos los tiempos, visitaba por primera vez Mendoza junto al equipo del Santos de Brasil quienes eran los bicampeones mundiales.

Al llegar al aeropuerto, los integrantes del Santos bajaron del avión saludando a miles de personas que les pedía un autógrafo. Muchos se congregaron en el edificio para ofrecerle el cariño y admiración al ídolo mundial, Pelé y sus compañeros subieron al ómnibus que los trasladó hacia el hotel.

Una caravana de autos acompañó todo el viaje hacia el Centro. En los costados de la ruta 40, cientos de personas saludaban a los futbolistas. Cuando llegaron a la entrada del hotel Ariosto, ubicado en la calle Infanta de San Martín, los admiradores se agolparon para poder tocar al famoso jugador. Hombres, mujeres y niños corearon el nombre de “Pelé”.

Pelé y el Santos de Brasil jugaron un amistoso con Godoy Cruz / Club Godoy Cruz.
Pelé y el Santos de Brasil jugaron un amistoso con Godoy Cruz / Club Godoy Cruz.

Rápidamente, los jugadores entraron al hall del hotel y en el interior, se encontraron con los periodistas y reporteros gráficos que abordaron a los integrantes del equipo. Los destellos de las flashes fotográficos iluminaron el salón. Allí, el Rey Pelé con su simpatía sin igual, contestó las preguntas de los cronistas que a pesar de su expresión portuguesa, en aquella conferencia se entendió claramente. Después de los requerimientos de la prensa, el equipo del Santos, almorzaron y descansaron.

La mañana siguiente tendrían un día de actividad futbolística y el Santos jugaría contra Godoy Cruz Antonio Tomba.

El partido

El 1 de marzo, los mendocinos se despertaron distintos, no era un domingo habitual: por todos lados se hablaba de “Pelé”. En los cafés de la calle San Martín, en las paradas del trolebús, en el interior del tranvía.

La prensa publicó su artículo refiriéndose al equipo del Santos bicampeón mundial y sus futbolistas que integraron en su mayoría, la selección de fútbol del Brasil ganadora del Mundial de 1962. Por la tarde, el equipo paulista, partió al estadio de Godoy Cruz.

Mientras tanto, una multitud se acomodó en las tribunas del Club Deportivo Godoy Cruz Antonio Tomba. Era el primer encuentro de un equipo mendocino contra un campeón mundial, que contaba en su formación a varios integrantes del seleccionado brasileño. Todo estaba listo para empezar, los jugadores se encontraron en el vestuario, los aficionados expectantes cantaron algunas canciones apoyando al Tomba.

Por los parlantes del estadio se nombró al plantel de titulares y suplentes del equipo visitante: Gilmar; Learcio; Dalmo; Juan Carlos; Ismael; Geraldihno; Zito y Aroldo. Delanteros: Dolmar,Mengalvio; Coutihno; Pelé; Pepe; Tonino; Aroldo; Lima; Aimir y Rosi. D.T. Luis Alonso Pérez.

Pelé jugó un amistoso con el Santos de Brasil ante Godoy Cruz.
Pelé jugó un amistoso con el Santos de Brasil ante Godoy Cruz.

Luego se anunciaron los jugadores de Godoy Cruz: Filizzola, Pieruz, Marchiori, Torres, Stia, Díaz, Cortez, Entrerríos, Jofré, Aliendro; Lisboa, Santilli, Legrotaglie, Curi y Fernández, dirigidos por Vianna Da Silva.

Después, los equipos salieron al campo portando las banderas de Brasil y Argentina. Como capitán capitán de su equipo, Pelé saludó al árbitro, los rivales y también a una hermosa señorita: Olga I, Reina de la Vendimia de Godoy Cruz. Con cierta timidez, el astro besó a la representante vendimial, mientras desde desde la tribuna se escuchaba: “¡Que la bese, que la bese!”.

A las 17 en punto, el referí Pablo Páez dio por comenzado el encuentro. El Rey demostró su magia y deleitó a todos los aficionados con su calidad, sus gambetas y sus espectaculares jugadas. Ambos equipos brindaron un emocionante espectáculo. El Tomba se esmeró todo lo que pudo pero finalmente el Santos ganó 3 a 2.

Al finalizar, muchas personas se acercaron al “genio del fútbol”. Algunos estrecharon sus manos para expresarle su admiración; otros, le pidieron autógrafos; y él con un gesto de generosidad, complació a la mayoría. Después emprendió su marcha hacia el vestuario. Cuando apareció un niño y Pelé detuvo su paso: acarició la mejilla del pibe y revolvió su pelo. Seguramente dejó en ese alma un recuerdo imborrable.

Ya dentro del camarín, siguió el ídolo firmando autógrafos; posó con policías, se agachó para que pudiera registrar un padre la foto de su dos niños con el astro; contestó cuanta pregunta le formuló la prensa. Los integrantes del Santos y su comitiva regresaron al hotel para descansar de esta larga jornada.

Al día siguiente, los jugadores fueron a recorrer la ciudad. Siempre, despojados de todo vedettismo.

Asado a la mendocina

Por la noche, el presidente del club Godoy Cruz, señor Rodríguez, invitó al plantel brasileño a su casa veraniega en Chacras de Coria.

La delegación llegó y en esa cena, Pelé se encontró con un viejo mundialista que había sido campeón en el año 1934 jugando para la escuadra “azzurra”, o sea, la selección italiana. Se llamaba, Reynaldo “Mumo” Orsi y hacía muchos años que estaba radicado en Mendoza.

“Mumo” y Pelé se abrazaron con afecto, y este último le comentó que sabía su trayectoria en aquel mundial que se realizó en Italia.

Por su parte, Orsi manifestó la admiración que tenía por su modo de jugar al fútbol y también destacó su simpleza y humildad, lo que lo hacía aún mas grande.

Las palabras pronunciadas por aquel legendario jugador, emocionaron tanto a Pelé que su voz enronqueció y los párpados se humedecieron. Minutos después se invitó a los participantes a la mesa. Los jugadores, luego del aperitivo, se sentaron a cenar. ç

Los anfitriones agasajaron con una exquisita parrillada y el infaltable vino tinto de nuestra provincia. Uno de los periodistas invitados le preguntó preguntó a Edson que significaba el apodo de “Pelé” y le explicó que no tenía traducción y que así lo apodaron sus amiguitos de juegos infantiles; que en cambio sus familiares le llamaban “Dico”, diminutivo de Edson. La reunión duró varias horas y Pelé nunca la olvidó.

*Este texto fue redactado por el historiador Carlos Campana, especial para Los Andes

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