En general, cuando cantamos el Himno Nacional o alguna de las canciones con que acompañamos la celebración de una fecha patria, vamos entonando de memoria la letra de las diferentes estrofas, pero no pensamos en cómo se escribe tal o cual expresión.
En general, cuando cantamos el Himno Nacional o alguna de las canciones con que acompañamos la celebración de una fecha patria, vamos entonando de memoria la letra de las diferentes estrofas, pero no pensamos en cómo se escribe tal o cual expresión.
Sin embargo, ahora es costumbre acompañar los discursos orales y, en este caso, la letra cantada, con el texto escrito. Y entonces aparecen errores y dudas.
Precisamente, en el paso del 24 a este 25 de mayo, por la cadena oficial de radiodifusión, se transmitió nuestro Himno cantado por figuras conocidas; al mismo tiempo, era posible visualizar en la pantalla toda la letra de nuestra canción patria.
Así, en la parte final, pudimos leer: “¡Sean eternos los laureles/ que supimos conseguir/ coronados de gloria vivamos/ *Oh, juremos con gloria morir!”.
Seguramente, quien transcribió la letra no se puso a pensar en el contenido de la misma: hay una propuesta al pueblo argentino para elegir un modo de vivir y defender nuestra argentinidad; esa propuesta se plasma en una disyuntiva: o vivimos coronados de gloria o juramos morir con ella.
No se trata de la interjección ‘¡oh!’ que expresa admiración, sino de la conjunción disyuntiva ‘o’ que, precisamente, da cuenta de esa exhortación a elegir el vivir con gloria o el morir de manera gloriosa.
También en las escuelas, con el izamiento del pabellón nacional, se canta “Aurora” y, con un oído atento, es posible escuchar todo tipo de distorsiones de la letra. Por ejemplo: *”… a su lunara, del color del cielo; a su lunara, del color del mar”.
¿Será posible que los alumnos comprendan que nadie tiene una “lunara”, que esta palabra no existe, sino que hay una alusión a las franjas o alas de la Bandera, de color azul y blanco, y que la letra correcta es “azul un ala, del color del cielo; azul un ala, del color del mar”? ¿Cuándo se perdió la costumbre de aprender el texto de las canciones que nos identifican ante el mundo, a partir, primero, de la lectura y comprensión de lo que se canta y, luego, de su memorización, razonada, asumida y entendida?
Con el ánimo de rescatar letras olvidadas y mal aprendidas, recuerdo el comienzo de la “Marcha de San Lorenzo” que durante tantos años era infaltable no solamente en los actos escolares sino en la salida de los establecimientos educacionales: “Febo asoma/, ya sus rayos iluminan el histórico convento/ tras los muros/ sordo ruido de corceles y de acero…”
¿Sabrán los alumnos qué significa ‘Febo’ y que es una alusión, desde la mitología clásica, al Sol? ¿Y podrán explicar cuál es el significado de ‘corceles’? Hoy, cuando la cultura del esfuerzo se ha ido perdiendo, volvamos a instalar en los jóvenes la necesidad de recurrir al diccionario, ya sea al que tenemos en alguna estantería de la biblioteca familiar, ya sea al que se puede acceder desde la red y que va siendo permanentemente actualizado.
Finalmente, me detengo en una palabra que también relacionamos con las festividades patrias: el “Tedeum”. La vemos escrita de distintos modos y no conocemos qué significa. Si buscamos el valor de este término, nos encontramos “Cántico religioso de acción de gracias”.
Este cántico comenzaba con las palabras latinas Te Deum laudamus que, traducidas, significan “A ti Dios alabamos”. De las dos palabras se hizo una sola, la cual se escribe sin tilde, por considerarse que –eu– es un diptongo; ello transforma al término en un vocablo agudo terminado en consonante que no es ni -N ni -S. El plural de esta palabra es ‘tedeums’.
Tampoco en este caso tildaremos porque, si bien la palabra aguda termina en –S, esta consonante se encuentra agrupada con otra y la regla –que muchos ignoran– nos dice que, en estos casos, no hay tilde. Otros ejemplos pueden ser ‘robots’, ‘zigzags’, ‘tictacs’.
Ahora, cuando el Sol o Febo del 25 ya asomó, aprendimos algo que también tiene que ver con nuestra idiosincrasia (del griego idiosyncrasía = peculiaridad del temperamento).