El Gran Maestro de ajedrez noruego, que dominaba con claridad, perdió por primera vez una partida clásica contra el joven indio Gukesh Dommaraju.
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La sexta ronda del Norway Chess 2025 fue escenario de una de las escenas más impactantes y emotivas del ajedrez contemporáneo. En un duelo cargado de tensión y simbolismo, Gukesh Dommaraju, el prodigio indio y actual campeón mundial, logró vencer por primera vez en una partida clásica al noruego Magnus Carlsen, número uno del mundo y anfitrión del torneo.
El desarrollo de la partida fue un drama en capítulos. Carlsen, con piezas negras, llevó la iniciativa desde el comienzo y dominó gran parte del medio juego. Capturó un peón clave en el centro y, durante veinte movimientos, las computadoras lo daban como claro favorito, con una ventaja de entre -2 y -5 en la evaluación, equivalente a la superioridad de una torre completa. Todo indicaba que la victoria sería suya.
Incluso, en el movimiento 17, Carlsen se dirigió al confesionario del torneo, una cabina desde la que los jugadores pueden compartir sus pensamientos con el público, para expresar su confianza: “Sé que Gukesh es muy ambicioso, y espero que ahora bloquee el centro para jugar a ganar. Pero, objetivamente, mi posición es buena, y me encuentro cómodo”, comentó ante las cámaras.
Pero el ajedrez, como la vida, tiene giros inesperados. Bajo presión del reloj y tal vez con exceso de confianza, Carlsen cometió dos errores críticos en los movimientos 44 y 52. Gukesh, quien llegó a pensar en rendirse, encontró nuevas fuerzas para continuar. “Decidí que no había nada de malo en hacer unos cuantos movimientos más, y seguir luchando por si acaso. Soy muy consciente de que nadie puede ganar así a Magnus en más de una partida de cada cien. Pero hoy ha ocurrido, me siento muy feliz, y seguro que mi familia también”, expresó el joven campeón tras el final.
“Quiero decir, (la victoria) no fue como yo quería, pero bueno, la acepto. Tuve suerte”, reflexionó agregó que “podría haberse perdido 99 de cada 100 veces”.
El desenlace llegó en el movimiento 62. Al darse cuenta de que había dejado escapar una victoria segura y estaba a punto de perder, Carlsen golpeó la mesa con furia, haciendo caer las piezas. Luego estrechó rápidamente la mano de su rival, exclamó “¡Ay, dios mío!” y abandonó el escenario visiblemente afectado.
Gukesh, con humildad, minimizó el gesto: “Yo también he golpeado algunas mesas en mi carrera, aunque sea más corta que la de Magnus. Hay incluso algún vídeo sobre eso”, dijo, dejando en claro el respeto que siente por el noruego.
El entorno ajedrecístico internacional no tardó en reaccionar. La gran maestra Tania Sachdev celebró con emoción la victoria de su compatriota: “Miren lo devastado que está Carlsen. Este es un momento verdaderamente histórico para Gukesh con una victoria inesperada. Porque le ganó a Carlsen por primera vez en la patria del número uno del mundo”.
Por su parte, la excampeona Susan Polgar no dudó en calificar la victoria como “la mayor sorpresa del año”.
La derrota fue especialmente dura para Carlsen, de 34 años, no solo por perder frente al joven campeón, sino porque la caída ocurrió en Stavanger, Noruega, su ciudad natal, y en el torneo privado más prestigioso del circuito. En la primera ronda, había vencido a Gukesh, y buscaba reafirmar su dominio. Pese al golpe, Carlsen se mantiene en la cima de la clasificación general del Norway Chess 2025.