La empresa argentina Satellogic se convirtió en un actor clave en el monitoreo de zonas sensibles del planeta, como Irán y Ucrania, gracias a su constelación de nanosatélites capaces de capturar imágenes de alta resolución desde el espacio.
Las imágenes que capta la empresa argentina Satellogic tienen una resolución de 60 centímetros por píxel, permitiendo alta calidad.
La empresa argentina Satellogic se convirtió en un actor clave en el monitoreo de zonas sensibles del planeta, como Irán y Ucrania, gracias a su constelación de nanosatélites capaces de capturar imágenes de alta resolución desde el espacio.
Desde su base en Barcelona, el ingeniero argentino Gerardo Richarte, cofundador de la compañía, explicó en una entrevista con Radio Jai cómo sus satélites están aportando datos estratégicos en escenarios de tensión geopolítica. “Nosotros diseñamos, fabricamos, lanzamos y operamos satélites que toman imágenes de la Tierra”, resumió.
Con más de 50 satélites lanzados y una constelación activa de unos 20 en órbita baja (a entre 400 y 500 km de altura), Satellogic ofrece una capacidad inusual para registrar entre tres y cuatro imágenes diarias de un mismo punto del planeta. Esta frecuencia permite detectar cambios sutiles, movimientos logísticos o alteraciones en infraestructura.
Uno de los casos recientes de uso estratégico fue la difusión de imágenes satelitales de las instalaciones nucleares iraníes de Natanz y Fordow, tras el bombardeo estadounidense. “Publicamos una imagen del antes y el después. Se ven claramente unos agujeritos… como si alguien hubiese removido la tierra con las manos”, explicó Richarte sobre lo que serían impactos de misiles.
Las imágenes, con una resolución de 60 centímetros por píxel, permiten distinguir vehículos, construcciones y hasta presencia humana. “Un auto se ve como dos o tres píxeles”, detalló. Satellogic también ofrece videos breves diurnos para complementar el análisis visual.
El diferencial de Satellogic radica en el desarrollo de satélites pequeños y livianos, que abaratan los costos sin resignar calidad. Esto les ha permitido no solo monitorear regiones en conflicto, sino también ofrecer servicios a sectores como agricultura, petróleo, seguros y medios de comunicación.
“La idea siempre fue democratizar el acceso al espacio. Ya vendemos satélites completos y hasta fábricas llave en mano a países que quieren iniciar su industria espacial”, explicó Richarte. Además, destacó un caso curioso: imágenes de su constelación ayudaron a detectar un submarino con droga en el Amazonas.
El aumento del tráfico espacial impone nuevos desafíos. Si bien no hay regulaciones internacionales estrictas, los operadores coordinan entre sí: “Recibimos avisos cuando un satélite pasa cerca de otro.Se calcula la probabilidad de choque y, en todo caso, se mueven: uno para arriba, otro para abajo”.
El futuro de la empresa está ligado a la inteligencia artificial. Satellogic trabaja en el desarrollo de algoritmos para procesar imágenes directamente en el satélite. “Tanta información solo se puede ver con inteligencia artificial, no con los ojos humanos”, señaló Richarte.
Respecto a las limitaciones nocturnas, indicó que existen satélites con radar capaces de ver a través de nubes y en la oscuridad, aunque con menor resolución y mayor consumo energético.