Un muro de ladrillo curvo que brinda calidez y privacidad

Una construcción de apartamentos cuya envolvente sorprende y diferencia espacios a la vez que aporta armonía al vecindario.

Ladrillo visto, curvo y bien iluminado. Así es Martínez 3458, un edificio de cuatro apartamentos ubicado en el antiguo barrio Ferroviario de la ciudad de Mendoza, zona residencial de baja densidad, en la Sexta Sección. Diseñado y proyectado por Primer Piso Arquitectos, sus paredes redondeadas, patios perfectamente distribuidos y el sendero que lo recorre, lo transforman en una obra cómoda y cálida capaz de garantizar espacios de privacidad y otros de encuentro.

Martínez 3458 se compone de cuatro unidades habitacionales, de dos ambientes cada una. El terreno en el cual se emplaza, es de 9.5 metros de ancho por 28 metros de profundidad y mide 210 metros cuadrados.

El proyecto se vale da cada metro cuadrado posible establecido por los bajos índices ocupacionales de la zona (FOS y FOT).

Aprovecha al máximo todo el lote sin descuidar la escala barrial en la que se incorpora, motivo por el cual se decide retirar al edificio de la línea municipal. De este modo, se respeta la principal característica de la zona: ser un “barrio jardín”, dando paso a las cocheras.

El diseño de la obra tuvo como premisa fundamental resolver 4 unidades dotadas de expansiones propias, manteniendo algún grado de independencia y privacidad en relación con las demás unidades. Es así que se dispone de una sucesión de patios privados y compartidos que habilitan la ventilación cruzada y la buena iluminación.

Si bien el programa se repite en cada habitáculo, todos tienen detalles particulares que los caracterizan. Esto se manifiesta principalmente en el aventanamiento, para aprovechar la luz natural y generar condiciones de privacidad.

Se decide colocar grandes paños de vidrio, a modo de ampliar los límites de cada unidad a través de las extensiones visuales. Se colocan también en las aberturas, cribados de ladrillo para generar privacidad entre unidades, tamizar la luz y brindar calidad a los espacios, caracterizados por una sensación de cobijo.

El elemento curva se utilizó como un recurso que enfatiza el recorrido. La misma, se recoloca en primer muro del ingreso y se repite luego en el muro junto a la escalera. En los interiores, se aprovecha este recurso para crear espacios diferenciados.

La obra se materializa a través del uso de sistemas constructivos tradicionales y de los materiales más comunes. Ladrillo común, hormigón visto, madera, baldosas calcáreas, pisos exteriores de granito reconstituido: componen la paleta de materiales que esquiva las excentricidades y garantizan un envejecimiento noble con bajo costo de mantenimiento.

Particularmente, el ladrillo a la vista, se ha trabajado de diferentes maneras para dar textura y color a cada espacio exterior e interior. Muros cribados, curvas, ojos de buey, hacen de elementos compositivos permitiendo la mutación y el juego de luces durante el transcurso del día. Un jardín vertical, hecho con la traba de ladrillos, alberga plantas en el acceso al complejo, llenándolo de vida y calidez.

FICHA TÉCNICA

Proyecto: Martínez 3458

Oficina de Arquitectura: Primer Piso Arquitectos

Arquitectos a Cargo: Arq. Mariana Delfino, Arq. Alejandro WajchmanÑ

Año finalización construcción: 2019

Superficie construida: 210 m2

Ubicación: Sexta Sección Mendoza.

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