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Más allá de haber tenido un rato en cancha a Lionel Messi, quien entró en el complemento y desparramó a varios rivales, Inter Miami no pudo cuidar la valiosa ventaja y, a poco del final, se lo empató 2-2 Atlanta United. Un resultado que no fue el esperado, pero que le permite al equipo de Gerardo Martino seguir sumando en la Conferencia Este y mirar a todos desde arriba en la MLS.
Como el crack argentino arrancó el partido sentado en el banco de suplentes al igual que Luis Suárez (la idea del Tata era no arriesgarlos, teniendo en cuenta la seguidilla de fechas que se vienen), las Garzas tuvieron que encontrar soluciones en las zurdas de otros jugadores.
Y así fue: antes de la media hora, Franco Negri condujo por el andarivel zurdo, encontró compañía en la mitad de la cancha y, luego de una serie de toques, la pelota le terminó quedando a David Ruiz, quien pisó el área y no perdonó. Definición a colocar y 1-0 como visitante.
En el arranque del complemento, el conjunto local logró igualar la historia por el cabezazo matador de Saba Lobjanidze, aunque la alegría duró poco, ya que tres minutos más tarde apareció otro zurdazo, el de Leonardo Campana, quien firmó el 2-1 parcial de tiro libre y se convirtió en el máximo artillero de la historia de Inter Miami. Fue su grito 30 en el club, por sobre los 29 de un tal Gonzalo Higuaín.
A falta de media hora para el cierre de la noche, Martino decidió mandar a la cancha a Messi para proteger el triunfo por la mínima. Leo, que venía de lucirse con un doblete y asistencia en su vuelta en la jornada pasada, manejó los hilos de la segunda etapa, dejó tendidos en el suelo a varios rivales y tuvo una chance clara, que luego terminó en un despeje sobre la línea ante un disparo de Luis Suárez. La suerte esta vez no jugó a su favor...
El que sí tuvo una bala de plata y la aprovechó a poco del final fue Aleksei Miranchuk, autor del 2-2 definitivo en el Mercedes Benz Stadium. Con esta igualdad, el conjunto rosa se ubica en lo más alto y acumula 65 puntos, diez más que su escolta Cincinnati. Una diferencia abismal que lo posiciona como el gran candidato al título.