"Amor y consuelo por el eterno descanso de Concepción Arregui". Con esa frase Marcelo Debenedetti, párroco de Santiago Apóstol y San Nicolás, cerró la eucaristía.
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"Amor y consuelo por el eterno descanso de Concepción Arregui". Con esa frase Marcelo Debenedetti, párroco de Santiago Apóstol y San Nicolás, cerró la eucaristía.
Después se acercó a la primera fila y bendijo la urna donde se encontraban las cenizas de la mujer chilena que fuera asesinada por su esposo en la primera semana del pasado mes de febrero y cuyo cuerpo recién fuera rescatado, el último domingo, de las profundidades de las aguas del dique de Potrerillos.
Después de la homilía, la familia Arregui-Moreno, representada por sus primas Pía, Marisol y Luchi, que desde el domingo se encuentran en Mendoza, se despidieron de la provincia con un "afecto y agradecimiento infinito" para la gente, y en especial para las autoridades que trabajaron en el caso.
Emoción
Y entre lágrimas que no pudieron ser contenidas y abrazos que se extendieron dentro y fuera del templo, se escucharon palabras de aliento para el futuro, mientras otras se refirieron a la memoria de "Conchy" y a su vida cotidiana, con la que compartieron en estos años.
La ceremonia de la que también participó el cónsul de Chile en Mendoza, Eduardo Schott, sirvió para que amigos y vecinos de la mujer llegaran para acompañar a la familia, previo a su viaje al vecino país, adonde serán llevados sus restos.
En el final quedó flotando aquel reclamo que inundó las redes sociales, donde se pedía la "aparición de Conchy" y que ahora se repitió, pero ahora pidiendo justicia por la mujer brutalmente asesinada, para que pueda descansar en paz.