Lo de ayer fue un triunfazo para el Azul, pero más que nada para la parte anímica de un plantel que se le negaba la victoria a pesar de jugar bien en la mayoría de los casos.
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Lo de ayer fue un triunfazo para el Azul, pero más que nada para la parte anímica de un plantel que se le negaba la victoria a pesar de jugar bien en la mayoría de los casos.
Y puede que sea un punto de partida. Un envión para poder salir de la zona incómoda de los promedios. Señores la Lepra ganó y esto es un buen síntoma de cara al complicado camino para poder, una vez más, salvar la categoría.Se plantó bien el Azul en los primeros 45 minutos en el estadio Centenario de la localidad de Quilmes. Porque en los primeros minutos fue protagonista.
Aprovechando bien las bandas con Irañeta por derecha y Negri por izquierda, el equipo de Gabriel Gómez tuvo jugadas claras para poder abrir el marcador, pero faltó, como viene sucediendo, el toque final.
Pero fue bueno lo de la Lepra, que no varió mucho de lo que se veía con De Muner a pesar del poco tiempo que ha tenido para trabajar el DT debutante.Antes del cuarto de hora Céliz tras un centro de González tuvo la más clara para el Azul, pero el cabezazo del delantero quedó en las manos de Trípodi.
Pero el local de a poco y como podía fue quitándole el protagonismo y la Lepra entró en desesperación y empezaron a aparecer esos errores que había mostrado en el segundo tiempo ante Boca Unidos. Pero como sucedió en el choque contra los correntinos, en ese momento apareció los buenos reflejos del Pity Aracena.
Quilmes apretó sobre el final y pudo haber marcado y gracias al capitán leproso el parcial cerró sin goles.No varió mucho la cosa en la segunda parte. Los dirigidos por Gabriel Gómez siguieron presionando en la salida y volvieron a ser protagonistas.
Un golpe de Albarracin a Ignacio Irañeta terminó en la expulsión del defensor y el la Lepra supo aprovechar ese hombre de más. Como se presentaba el partido, el adiestrador azul mando a la cancha a José Méndez para ponerle más vértigo al ataque y el “Loco” en la primera que tocó casi convierte. Luego lo tuvo el “Torito” Lucero pero su remate lo contuvo Tripodi. De un nuevo centro de Gonzalez, la pelota le quedó a Irañeta que esta vez definió acertadamente ante Tripodi para dejar en silencio todo Quilmes.
De ahí en adelante Independiente se afirmó en la marca y dejó que pasara el tiempo. El “Pity” Aracena tuvo intervenciones claves en un momento en el que el Cervecero empujado por su gente iba una y otra vez contra el arco leproso. Esta vez la victoria no se escapó.