17 de diciembre de 2017 - 00:00

Impuesto: el vino marca la cancha a la cerveza y el mosto espera otra chance

Con la reforma tributaria en la recta final, la industria se planta ante el lobby de su rival por evitar el 17% o aplicar “ley pareja”.

Pese al compromiso de Hacienda de eliminar la temida alícuota del 10% que pretendía aplicar al vino, en la industria no se relajan del todo frente a la ofensiva del sector cervecero, en pleno lobby por eludir un 17% antes de que salga la Reforma Impositiva del Congreso. Aparte, la expectativa por un cambio que favorecería, con reservas, al mosto, al duplicarse el cupo obligatorio de jugos naturales en las gaseosas.

La modificación tiende a que las bebidas analcohólicas consideradas poco saludables deberán usar 20% de jugos naturales en vez del 10% original.

Aunque con aval de Salud, nadie grita gol ante las dudas sobre su aplicabilidad y otro fuerte lobby de ingenios azucareros y jarabe de alta fructosa.

Con el vino como preocupación principal, las entidades preparan el terreno de la sesión del martes 19 en el Senado con un documento sobre la conveniencia de diferenciar la presión tributaria. Y, por si fuera poco, se aprestan a una ofensiva final con los Gobiernos provinciales.

El informe destaca el aporte del vino a la economía (800 bodegas, 17.500 productores, 230 mil hectáreas) despegándolo de la cerveza (una bebida industrial, con 75% del mercado en manos de una empresa que factura $ 23 mil millones e invierte en marketing más que toda la vitivinicultura).

Sobre todo, compara esquemas impositivos de países con criterio diferenciador. En la lista aparece España, donde la cerveza paga 31,4%, mientas vino y espumantes están exentos. Portugal también los exime y grava la cerveza en 58,9%. En Italia, la cerveza tributa 18,5% y el vino nada. Francia aplica 8,7% y casi 0, respectivamente.

Declaración de guerra

Era lo que le faltaba a la rivalidad vino-cerveza. Tras destacar que “la diferenciación por vía impositiva es útil para sostener mercados y apoyar la promoción de exportaciones” al bajar costos fijos, llegó el pedido a los legisladores de “reconsiderar alícuotas de impuestos internos de otras bebidas alcohólicas, particularmente en lo que respecta a la cerveza”.

Para Sergio Villanueva, gerente de la UVA, el principal competidor “se coló” de la excepción al vino con la falacia del alcoholismo. El impacto del consumo se mide en la sumatoria y no en el grado; la demanda de cerveza es 2,5 mayor y se sabe la rentabilidad del negocio en Argentina".

En pocos días todo pareció cambiar: del 17% inicial a mitad de semana ya se hablaba de reducirlo al 8%. Para romper el “pressing” rival y no dejar cabos sueltos, la causa del vino siguió "militándose" con legisladores de distintas extracciones como el peronista Diego Bossio y Marco Lavagna (Frente Renovador), Miguel Pichetto, jefe de bloque en el Senado, y los oficialistas Luciano Laspina y Nicolás Massot, del Pro.

“La idea es que quede firme la exención, que será una ventaja competitiva sea cual fuera la alícuota que se fije a la cerveza. Estamos trabajando con las entidades y el Gobierno en ese aspecto”, aseguró el diputado mendocino y secretario parlamentario del bloque, Luis Borsani, un referente en el tema en medio de febriles reuniones de comisión.

El mosto y las gaseosas

Como se busca desalentar el consumo de bebidas azucaradas, Finanzas redobló la apuesta. Tal como llegará a la sesión del martes, para no pagar el impuesto las gaseosas tendrán que emplear 20% de jugos naturales como el de uva, al igual que Inglaterra o México.

Condicionadas por un contexto mundial de menor consumo de azúcar, marcas como Coca Cola llegan a esta instancia con fuerte "autobombo" de sus compras de cítricos y jugos de manzana. Igual, para los escépticos, las elaboradoras optarán por pagar la alícuota a sumar costos.

Todo es día a día. Así como los cerveceros, el núcleo duro de los ingenios azucareros tucumanos hicieron lo suyo para volver al 10% con el argumento de que sería inaplicable exigir más de modo de que sea un beneficio compartido. En cifras, sería llevar el mínimo no imponible, de azúcar por litro, de 40 gramos a 50, aunque subsisten dudas: el nuevo umbral tampoco garantiza eliminar al jarabe de alta fructosa, otro negocio de la industria azucarera en San Luis, y más barato.

Vista globalmente, se libra una "batalla de bebidas" pero los optimistas descartan más cambios. Lo cierto es que, con 10% o 20%, irá al freezer hasta nuevo aviso el proyecto de ley de Edulcoración de Jugos Naturales tan ansiado.

Espumantes esperan decreto

Cuando parecía que habría otro año más de exención de la tasa interna del 12% por decreto, todo se vino abajo con el primer proyecto de reforma impositiva que fijaba un impuesto del 17% para espumantes. La gestión oficial revirtió la pretensión de Dujovne en el borrador, aunque no del todo: lo cierto es que el martes 19 será el día D a pesar de que el ministro de Agroindustria, Luis Etchevehere, ya firmó otra prórroga del beneficio para 2018 que espera ser suscripta por el presidente Macri.

¿Qué pasará si la ley de Reforma Impositiva fija otra tasa? Según Villanueva, “igualmente el decreto puede postergar la aplicación de la norma, aunque la concesión del beneficio a cambio de inversiones aún no está firme”.

LAS MAS LEIDAS