De un modesto puesto de venta en el Mercado a ser un proveedor líder para la alta cocina de Mendoza

Un modesto puesto de venta en el Mercado Cooperativo de Guaymallén, que era impulsado por Salvador Cubisino, en el que se ofrecían frutas y verduras frescas, con el correr del tiempo se ha transformado en uno de los principales proveedores de la Alta Cocina de Mendoza. Actualmente sus tres hijos, Damián, Emmanuel y Natalia, encaminan el destino del negocio familiar que como parte de su amplio catálogo de sabores, texturas y colores también propone “flores comestibles”.

Conejitos, Clavelina, Geranio, Tacos de reina, Lavanda, Rosas, Copete, Clavelon...”Los chefs buscan cada vez más este tipo de productos, porque además de agregar color y belleza a los platos; para mí generan una sensación mágica”, sostiene Natalia. Entre las flores más destacadas por la gastronomía se encuentran la capuchina, reconocida por su sabor salado con un toque picante, ideal para ensaladas, sopas y platos de verduras; las flores de azahar, utilizadas en repostería y bebidas por su aroma y sabor cítrico…

Las flores comestibles han conquistado el mundo culinario gracias a su capacidad para transformar platos ordinarios en experiencias gastronómicas extraordinarias. Más que simples elementos decorativos, estas flores aportan nutrientes beneficiosos para la salud, como minerales, antioxidantes, vitaminas y fibra; por otro lado, por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, se convierten en ingredientes muy codiciados por el equilibrio que encuentran entre lo saludable y delicioso.

De un juego de palabras

El nombre Cubifruver nació de la combinación de las primeras silabas del apellido familiar con las de las palabras frutas y verduras, un marca que generó un vínculo sólido con su actividad principal. Con el paso de los años, esta empresa familiar consolidó su posición de distribuidor de productos de máxima calidad, ganándose el reconocimiento de sus clientes y de los chefs más exigentes de la región.

“Nuestra propuesta se fue renovado, antes trabajábamos con los verduleros, ahora nos dedicados a proveer a hoteles, colegios y clínicas, a gran parte de los restoranes más prestigiosos de nuestra gastronomía”. Entre sus clientes se destaca Zona, Cocina de Paisaje, reciente ganador de una estrella de la Guía Michelin.

“En realidad el cambio se fue dando naturalmente, con la pandemia los clientes dejaron de venir al local y debimos implementar un nuevo sistema de ventas; empezamos a trabajar con pedidos por Whatsapp y con el envío. A la gente le damos la comodidad de buscarle todo lo que necesita, incluso los productos que son muy específicos, pero también hacemos hincapié en la calidad de los pedidos, por eso trabajamos con muchos productos orgánicos”.

“Creo que nuestro próximo desafío es ampliar nuestra marca y convertirnos en el mejor proveedor de frutas y verduras para la gastronomía en Mendoza”, explica Natalia. Casi la totalidad de sus proveedores son productores locales, que han certificado sus procesos, lo que les permite contar con mercadería fresca a diario, garantizando la satisfacción de los clientes y de los cocineros más exigentes, comentan como al pasar. “En algunos casos, nos regimos por los productos que nos piden los chefs”, agrega Natalia.

Campos de flores

Zonda, Cocina de Paisaje, uno de los cuatro restoranes que han ganado una estrella Michelín en Argentina, es uno de sus clientes. “Estamos orgullosos de lo que esta pasando, de poder ser sus proveedores. A Augusto (el cheff responsable del fuegos de Zonda), lo conocimos por WhatsApp y hace poco lo vimos en persona”, comentó la propietaria de Cubifruver.

Como parte de su listado de clientes conocidos se posicionan además los nombres de Fogón, Torcuato y de la cadenas de ensaladas frescas Quick salad.

Las flores comestibles han conquistado el mundo culinario gracias a su capacidad para transformar platos ordinarios en experiencias gastronómicas extraordinarias que tembién disfrutaron en su alimentación reyes y emperadores.

Pero no todas las flores son comestibles, porque deben cuidar rigurosas normas de calidad. “Nuestro proveedor de flores, cultiva sin agroquimicos, lo cual es fundamental para nosotros y nuestros clientes. La frescura y calidad son prioridades, y es por eso los elegimos. Conscientes de la importancia de mantener altos estándares, nos esforzamos por mantener relaciones sólidas con proveedores comprometidos con la calidad y la sostenibilidad, garantizando así una experiencia excepcional para nuestros clientes”.

Entre las flores más destacadas en la gastronomía se encuentran la capuchina, ideal para ensaladas, sopas y platos de verduras; las flores de azahar, utilizadas en repostería y bebidas por su aroma cítrico; la lavanda, perfecta para platos salados y dulces; el jazmín, apreciado por su aroma dulce y beneficioso para la salud; y la exótica orquídea, que agrega un toque de originalidad y elegancia a los platos.

El último pétalo

“Flores vendemos bastante, también comenzamos a incursionar con los tomates orgánicos”, sostiene Natalia. Cuenta que como empresa llevan años en el mercado, trabajando, y muchos proveedores han demostrado su calidad orgánica. “Hace como cuatro años unos chicos empezaron a trabajar el cultivo de flores en una finca; ellos tienen certificadas sus procesos”.

“La lavanda es comestible, la usan mucho para saborizar y para perfumar los platos”. Un aspecto que distingue a Cubifruver es su compromiso con la frescura y la calidad de sus productos. La empresa se destaca por proveer una amplia variedad de flores comestibles, asegurando frescura y calidad al no utilizar agrotóxicos en su cultivo.

Natalia Cubisino, representante de Cubifruver, destaca la importancia de ofrecer una mercadería fresca y variada todos los días, garantizando la satisfacción de los clientes y cocineros más exigentes.

Fundada por Salvador Cubisino, un emprendedor visionario, la empresa familiar comenzó como un modesto puesto en el Mercado Cooperativo, ofreciendo frutas y verduras frescas. Con el tiempo, el emprendimiento fue creciendo y se expandió, incorporando a los tres hijos del fundador, quienes comparten su misma pasión por el negocio que hace gala de una amplia variedad de sabores, colores y texturas para elegir, sorprender y disfrutar.

Las flores comestibles son solo una parte de la amplia gama de productos que Cubifruver ofrece. Con el tiempo, la empresa ha diversificado su oferta, “En la gastronomía la creatividad no tiene límites y los platos con flores tienen su historia plasmada de belleza pero también de nutrientes que son muy favorables para la salud”. Desde el puesto 118 así lo entienden.

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