Cuando el año pasado se proyectó, en el marco de la primera edición del festival Graba Mendoza, la película "El viento" (Victor Sjöström, 1928), en la función hubo un clima de sorpresa y admiración. Era un amable experimento: darle a fotogramas viejos y mudos un ropaje musical nuevo, a cargo de Alejandro Fiore (violín), Matías Gorordo (percusión) y Joaquín Guevara.
La idea funcionó muy bien, por lo que este año quiso repetirse en la segunda edición del festival (que finaliza hoy), siempre calibrada por Fernando Martín Peña: coleccionista, docente, investigador, incansable divulgador, por unos recordado por haber descubierto una copia de "Metrópolis" con minutos inéditos, y por otros por haber conducido por más de diez años en la TV Pública el ciclo "Filmoteca".
Ahora, sin embargo, la propuesta (anotar: hoy, a las 19, en la Sala Chalo Tulián de la Nave Universitaria) es similar y diferente. El mismo ensamble de músicos musicaliza "La caída de la casa Usher", una película muda también de 1928, dirigida por Jean Epstein. La cinta de 16 mm, al igual que la vez anterior, la trae el propio Martín Peña, quien la presentará.
“Es una de las películas más importantes del cine mudo francés, una adaptación del cuento homónimo de Edgar Allan Poe, pero con algunos elementos de otros cuentos, como ‘El retrato oval’. Pero se destaca porque, en lugar de tratar de adaptar el cuento de manera literal, lo que hace es buscar la atmósfera del cuento, que es siempre lo más importante en la escritura de Poe”, nos explica Martín Peña.
-El tipo de película es totalmente distinto. Lo que pasa es que “El viento” es una película más narrativa, apoyada en el guión, en la trama. Aquí la trama es totalmente secundaria.
-¿Y por qué elegiste específicamente esta película?
-Me pareció que el tipo de música que hacen los chicos iba a funcionar muy bien. Existía una sensibilidad bárbara para crear justamente climas, y la película trabaja sobre eso. Me dio la impresión de que iba a funcionar.
La TV pública y las series
-A principios de enero, en la página de Facebook de "Filmoteca, temas de cine", se publicó que no se sabía aún si continuaba el ciclo este año. ¿Ha habido alguna novedad desde entonces?
-No, todavía no hay confirmado nada. El canal no dice ni que sí ni que no. Parece que tuvieron demoras de no sé qué orden para confirmar el presupuesto y hasta que ese presupuesto no esté confirmado no pueden confirmar la programación.
-Pero a esta altura del año, ¿se hace poco probable o lo ves viable?
-Yo la verdad que no quisiera aventurar nada, porque no tengo idea. Creo que si ya no se pudiera hacer me lo habrían dicho.
-¿Los contratos eran anuales?
-No exactamente anuales. En general de marzo a diciembre, digamos.
-O sea que en marzo ya sabías.
-El año pasado sí. En diciembre ya nos habían confirmado que seguíamos en 2017. Y así fue. Evidentemente, cuando las autoridades pudieron nos confirmaron con anticipación. Esta vez, creo que son motivos que exceden a los directivos del canal. Bueno, uno se fue (Horacio Levin, director ejecutivo). Va a depender de lo que se defina, imagino, en estos días. Pero no estamos saliendo al aire. Yo necesito trabajar, así que estoy haciendo de cuenta que no tengo programa.
-Independientemente, ¿seguís con el ciclo "Filmoteca en Vivo", que se realiza en la Enerc (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica)?
-No, de ahí me echaron. Terminó mi contrato, que se renovaba automáticamente desde 2013, y ahora no lo renovaron, sin ningún argumento lógico. Entonces lo estoy haciendo en dos lugares, teatros independientes, Hasta Trilce y Zelaya.
-Después de no hacer el año pasado el Bazofi, el festival de cine raro y bizarro que fundaste con Fabio Manes, vi que posteaste que había "resucitado". ¿Podés decir algo sobre eso?
-En la Enerc traté de hacer un Bazofi en octubre del año pasado (lo hacía ininterrumpidamente desde 2013) y no a mí directamente, sino a la persona que está a cargo de la Enerc, le dijeron que yo no lo hiciera. Le bajaron a él una prohibición para mí. Conmigo jamás hablaron, nunca me dijeron nada directamente.
-¿Pero por qué podría haber una prohibición con vos?
-No tengo ni idea. Nunca hablaron conmigo, no sé decirte. Hablaron con otra persona que me lo trasladó a mí, diciéndome que no podía hacer nada. Pensé que podía continuar en la medida en que me dejaran seguir pasando películas los fines de semana gratis, que era lo interesante de la Enerc, porque el hecho de que sea algo gratuito y accesible entiendo que es valioso, acaté la indicación. A pesar de eso, en diciembre no me renovaron el contrato. Me fui a otro lado y en este lado tengo las condiciones perfectas para hacerlo, así que lo voy a hacer.
-Cambiando de tema, ¿sos de ver series?
-Sí, la verdad es que veo bastante.
-¿Y cuál es tu opinión respecto a ellas, como crítico y gran conocedor del cine? Es el formato audiovisual más popular hoy por hoy.
-Me parece que no hay ya una diferencia como la que podía haber cuando yo era chico, entre el lenguaje llamado “televisivo” y el llamado “cinematográfico”. Me parece que están bastante superpuestas las dos cosas. También es como en el cine: hay de todo. Hay muchísima basura.
Lo que pasa es que en el mainstream (y no el cine independiente) encuentro mucho más interesante lo que se está haciendo para televisión que para cine. Hollywood perdió el rumbo hace rato, y lo que mayormente produce son estas películas de superhéroes, que son una fotocopia de la otra. En cambio, la gente que está haciendo series para las distintas señales o plataformas, tiene un nervio creativo que me parece mucho más interesante, variado e incluso original. En el mainstream, insisto. No es que entienda que hoy en día las series son mejores que el cine. Hablo de la producción destinada al gran público. Me parece que lo que antes era imbatible a nivel de llegada, hoy ha sido reemplazado por productos pensados -en principio- para la televisión.
-Hace poco, Lucrecia Martel dijo en una entrevista que las series "son un retroceso", refiriéndose a cuestiones narrativas...
-No la leí. Yo solo digo lo que es la producción masiva. No creo que hayan reemplazado a las buenas cosas que el cine sigue produciendo por fuera de Hollywood. En ese sentido, me parece que seguimos hablando de cosas diferentes: peras y manzanas. Por eso no creo que pueda ser un retroceso o un avance. En el mainstream sí veo un retroceso: Hollywood hoy está mucho más atrás de lo que era el Hollywood de los ‘70.
-Ella apuntaba al hecho de que eran contenidos exclusivamente creados para el entretenimiento.
-No la leí y le tengo muchísimo respeto. No me animaría a discutir con ella sin saber exactamente qué es lo que dijo y sin tenerla enfrente; además, porque es amiga. En un diálogo seguramente nos pondríamos de acuerdo.
Sobre "La caída de la casa Usher"
La reseña escrita desde el Graba destaca: “A través de múltiples sobreimpresiones, travellings inverosímiles y diversas velocidades de rodaje, Epstein describe el enrarecimiento progresivo que afecta el entorno de Roderick Usher, la obsesión que lo lleva a trasladar literalmente el alma de su mujer a un cuadro. En la historia del cine, esta versión libre del relato homónimo de Poe, que además incorpora elementos narrativos de otros cuentos del autor, permanece como el ejemplo paradigmático del llamado ‘impresionismo’ cinematográfico francés. Epstein tomó las propuestas formales sobre la ‘fotogenia’ elaboradas por Louis Delluc y desplegó una variedad abrumadora de recursos visuales para trasponer a imágenes la esencia incómoda y casi abstracta del estilo de Poe”.
El filme se proyectará, a las 19, en 16 mm con música en vivo de Alejandro Fiore, Joaquín Guevara, Matías Gorordo y la presentación de Fernando Martín Peña.
A las 20.30 se realizará la entrega de premios del Graba (Sala Chalo Tulián, Nave Universitaria) y media hora después cerrará el festival con una proyección especial al aire libre de "El gato ese chino que saluda" (Andrés Llugany, Manuel Alonso, Tito de la Vega, Joel Navas y Leandro Suliá Leiton).