Este modelo clásico vuelve a ser protagonista de la moda femenina invernal y se posiciona como la opción más versátil de la temporada.
Durante este invierno, un calzado tradicional vuelve a ganar terreno en el mundo de la moda femenina. Lejos de las botas rígidas y de las zapatillas deportivas, esta opción se impone por su comodidad, su capacidad de adaptación y su fuerte presencia en las nuevas tendencias.
En un contexto donde cada vez más mujeres priorizan lo práctico sin dejar de lado el estilo, el mocasín resurge como una de las piezas clave del calzado urbano.
Los mocasines están volviendo con una estética renovada y una propuesta clara: combinar comodidad y estilo en pleno invierno.
En contextos laborales, salidas informales o incluso dentro del hogar, este calzado tradicional logra una presencia sólida, reemplazando sin problemas tanto a las zapatillas como a las botas.
Lejos de su imagen formal de otras décadas, los nuevos diseños incorporan suelas de goma, detalles modernos y materiales térmicos, lo que los convierte en aliados para los días fríos.
A nivel global, marcas de moda reconocidas y editoriales especializadas en tendencias femeninas ya los señalan como un “must” del 2025.
Los looks invernales se renuevan y el mocasín se adapta perfectamente tanto a outfits informales como a propuestas más elegantes.
Desde jeans y tejidos de punto, hasta pantalones sastreros y tapados largos, su versatilidad lo transforma en una pieza fundamental.
Revistas como Vogue y VITA Daily ya destacan su uso no solo en contextos urbanos, sino también en el après-ski o incluso en climas más templados.
Su estilo sobrio, sumado a los nuevos colores y materiales, lo ubican como una excelente alternativa a las zapatillas deportivas, especialmente entre mujeres que buscan mantener una imagen cuidada sin resignar comodidad.