El conductor reflexionó sobre las teorías que circularon en redes sociales y decidió cortar de raíz el asunto, a pocos días de la gran final del reality.
Santiago del Moro tuvo que desactivar las teorías sobre el supuesto arreglo que tiene el reality.
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Web Este miércoles, Santiago del Moro, rompió el silencio en su programa de radio para enfrentar los rumores y teorías conspirativas que circulan en redes sociales sobre Gran Hermano y ciertos espacios mediáticos, donde se pone en duda la transparencia del reality más visto del país.
Con un tono firme, el conductor se mostró cansado de tener que salir a desmentir lo que considera versiones sin fundamentos, que empañan el trabajo de todo un equipo.
Todo comenzó luego de que se hiciera viral que Katia, la última eliminada, recibió el mismo porcentaje de votos negativos (52,4 % frente al 47,6 % que obtuvo Eugenia) que Sandra, quién había dejado la casa justo una semana antes.
Esa cercanía numérica no fue suficiente para calmar las sospechas. Los cuestionamientos sobre si el público tiene realmente la última palabra o si hay intervención de la producción para beneficiar a ciertos participantes siguen resonando fuerte entre los seguidores del programa.
Ante la insistencia de estas versiones, Santiago del Moro se expresó con contundencia en El Club del Moro, su programa radial. Fue luego de que Costa, una de sus panelistas, sugiriera que Juan Pablo 'Devi' “tendría auspiciantes” a raíz del ingreso de sus perros, Jaime y Bartolo, a la casa.
La teoría no tardó en circular por redes sociales, insinuando un trato preferencial hacia ese jugador. “Es mentira, chicos. Gran Hermano es gigante. Un programa con miles de sponsors, que está pago antes de arrancar. Como cuando dicen 'está arreglado' por algo... ¿Y para qué vas a arreglar algo? No puedo creer ese pensamiento tan corto”, respondió tajante el conductor, desestimando de plano cualquier tipo de manipulación interna.
“Hay mucha gente laburando. Lo que me jode es que, cuando dicen eso, así han sacado gente. Como Chiara, que decían que estaba arreglado”, siguió poniendo énfasis en la dimensión humana del trabajo televisivo: