La ex pareja de Maradona habló sobre el escándalo luego de la suspensión. Aseguró que sintió “vergüenza ajena” ante la noticia.
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El juicio por la muerte de Diego Maradona quedó anulado tras una polémica decisión de la jueza Julieta Makintach, quien autorizó la grabación de un documental en pleno juicio. Rocío Oliva, Dalma, Gianinna, Jana Maradona y Verónica Ojeda opinaron sobre el escándalo judicial.
La última última pareja de Maradona, se mostró indignada en una entrevista con Puro Show, donde calificó la situación como “un bochorno” y dijo sentir “vergüenza ajena” por lo ocurrido con la justicia argentina. Oliva expresó su enojo por la supuesta intención de algunos sectores de lucrar con la imagen de Maradona aún después de su muerte. Aclaró que si bien no participa directamente del juicio, se mantiene informada por medio de las hermanas del exjugador.
Según dijo, su principal deseo es que Diego “pueda descansar en paz” y que no se utilice su figura con fines ajenos a la justicia. La anulación generó una reacción inmediata también entre las hijas de Maradona. Dalma y Gianinna intentaron hablar ante la prensa pero se vieron superadas por la cantidad de medios. Alcanzaron a decir que “lo único que queremos es que pueda seguir el juicio”, antes de retirarse del lugar.
Jana Maradona, por su parte, expresó su enojo de manera más directa: “Siento bronca, tengo bronca, corta, los odio”. A pesar del estado actual del proceso, dijo estar convencida de que la causa será retomada: “Va a volver a retomarse, no sé cuándo todavía”. Las declaraciones marcaron un tono de desilusión, pero también de resistencia frente a la posibilidad de que la investigación quede paralizada por indefinición judicial.
La que más tiempo dedicó a opinar fue Verónica Ojeda, expareja de Maradona y madre de su hijo Dieguito Fernando. En una entrevista con Intrusos, Ojeda rompió en llanto al hablar de la anulación del juicio y apuntó directamente contra la jueza Makintach.
“Aparte de ser un papelón, no le importó nada el juicio. Le importó el show mediático”. Consideró que el juicio ya está “manchado” y que es necesario reiniciarlo desde cero: “Aunque los otros jueces no tengan nada que ver, hay que hacer algo limpio, correcto, serio”.
Para Ojeda, el juicio tiene una repercusión mundial que impide cualquier descuido. Reveló que incluso la contactan personas de distintos países interesados en el caso, lo que a su juicio aumenta la responsabilidad de manejarlo con transparencia. Ojeda también abordó el impacto emocional que vive su hijo de 12 años.
Señaló que él permanece en casa mientras ella asiste a las instancias legales y destacó que cuenta con el acompañamiento de una psicóloga para saber cuándo y cómo comunicarle lo que está ocurriendo. Entre lágrimas, expresó su agotamiento y la necesidad de volver a casa para contenerlo. Según ella, Dieguito “entiende todo y tiene una madurez que supera la de muchos adultos involucrados.”