La modelo, quién ha tenido conflictos con el actor chileno por la tenencia de los niños, visitó a Mauro Icardi en Estambul.
Luego de los conflictos legales con Benjamín Vicuña por el permiso de salida del país de sus hijos, la China Suárez decidió viajar con Rufina Cabré y los dos hijos que tuvo con el actor chileno, Magnolia y Amancio, para reencontrarse con Mauro Icardi, quien se encuentra en Turquía como parte del plantel del Galatasaray.
La actriz compartió imágenes de los tres menores caminando juntos por una de las principales avenidas de Estambul, con atuendos coordinados en blanco y negro. Las imágenes mostraron una dinámica familiar marcada por la intimidad y el afecto, con una de las niñas rodeando a sus hermanos. Suárez se mostró con un vestido claro, una riñonera de marca y una cámara analógica, en un entorno marcado por el turismo.
El paseo incluyó visitas a mezquitas históricas y zonas comerciales, y en paralelo, el cumpleaños de Amancio se celebró en un clima distendido. Las postales del viaje también incluyeron un momento en yate: ella en bikini, él en camisa y short, rodeados por el paisaje del estrecho del Bósforo.
En ese contexto, Icardi compartió un posteo con declaraciones cargadas de romanticismo y alusiones al interés mediático que los rodea: “La razón del murmullo con el final que nadie creyó posible... el reflejo de lo que les falta”, escribió, dejando ver no solo su vínculo con Suárez, sino también una crítica velada a su expareja Wanda Nara y al entorno público que los sigue de cerca.
Las respuestas en redes no se hicieron esperar: algunos seguidores celebraron la pareja y el despliegue emocional con mensajes de apoyo como “Es una hermosa historia de amor” o “Amo que se muestren así”. Pero también se multiplicaron las críticas y comentarios irónicos.
“Nadie los envidia”, “Mi compa recién perdonado”, “La dignidad salió del grupo”, “Quédense allá, gracias”. El contraste entre el duelo público que atraviesa otra figura cercana al mundo del espectáculo y la exposición de una vida sentimental intensa volvió a generar debate sobre el lugar que ocupa la intimidad en la vida pública de la actriz y el futbolista.