Por una cuestión ajena, en parte, a mi amado “Globito” de Las Heras, me llegó un video panorámico de nuestro estadio, donde se observa que la “tribunita” sur ya no existe.
Una tribunita que fue construida a mediados de los años ‘50, para ubicar a la siempre creciente hinchada, y durante algún tiempo la distinguió una publicidad de una gaseosa, en el costado sureste. El paso del tiempo es implacable, siendo su demolición una cuestión inminente e insalvable.
Estadio de Huracán Las Heras.
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Por una cuestión ajena, en parte, a mi amado “Globito” de Las Heras, me llegó un video panorámico de nuestro estadio, donde se observa que la “tribunita” sur ya no existe.
La imagen me dio cierta tristeza y mi mente voló a ese imaginario tiempo de tardes inolvidables con grandes victorias festejadas en ese lugar.
En esa “tribunita” grité los goles de Medardo Sosa, Carlos Lumbía, el “Geta” García y tantos otros, disfruté de los pases al vacío del Dante Chiavetta, alguna que otra gambeta del Emilio López o el Osvaldo Dalla Benetta, otras salvadas con lo justo y sobre la línea del Carlitos Gómez, atajadas inexplicables del siempre querido y recordado “loco” Oviedo, o el golazo del “Carmiña” Oscar Gómez de tiro libre, con un bombazo en el ángulo de Cavaleiro arquero de la Lepra, hechos que hicieron delirar a la rugiente e impaciente parcialidad lasherina.
¡También vi al “Cachavacha” Pérez, dejando muñecos en el piso y clavar la pelota en el palo!
Una tribunita, según comenta mi amigo Roberto Chavetta, que fue construida a mediados de los años ‘50, para ubicar a la siempre creciente hinchada, y durante algún tiempo la distinguió una publicidad de una gaseosa, en el costado sureste.
El paso del tiempo es implacable, siendo su demolición una cuestión inminente e insalvable, lo importante de este hecho es lo que vivimos tantos hinchas, como mi padre Abel y mi hermano Humberto, que desde el cielo siguen alentando, “si, si, señores yo soy del Globo, yo soy del Globo de corazón, porque este año desde Las Heras, desde Las Heras, salió el nuevo campeón”.
* Rubén Lloveras es historiador deportivo y escritor.
