La tradicional costumbre de observar el paso de los carros desde ubicaciones privilegiadas tuvo este año, una nueva cita con la elegancia, la alegría y el estilo.
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La tradicional costumbre de observar el paso de los carros desde ubicaciones privilegiadas tuvo este año, una nueva cita con la elegancia, la alegría y el estilo.
Al vino y los refinados servicios de catering se sumaron los looks de los participantes: algunos excéntricos y otros más clásicos, los atuendos sumaron capelinas, chupayas, anteojos a la moda, sombrillas y abanicos. En las mujeres, predominaron los colores blancos, manteca y las flores.
Una movida atinada de las empresas que año a año buscan sorprender y agasajar a sus clientes.