Bicicletero: el oficio que renació durante la pandemia

Los mecánicos de bicicletas han sido muy requeridos en cuarentena, dado que el público eligió volver a desplazarse sobre dos ruedas. En este mercado, su oficio compite contra tutoriales en Instagram y Youtube.

La foto blanco y negro es un stop en el tiempo, Ernesto Contreras está aferrado a su manillar ciclista, con la camiseta bordó de la selección de Mendoza y lentes de sol. Abajo un cartel dice “Buscamos bicicletero”. El oficio de mecánico de bicicletas en tiempos de cuarentena ha resurgido alentado por la gran demanda del público y por la necesidad de reparaciones. La destreza compite contra los tutoriales en Instagram y Youtube. La bicicleta es uno de los símbolos de la nueva normalidad.

“Es como dice el cartel…”, responde una voz femenina detrás del teléfono. En el local de Contreras, en Godoy Cruz, desde hace una semana están buscando mecánico. Piden que el postulante tenga experiencia en reparación, habilidad y entusiasmo para atender a los clientes, que sea responsable y sienta pasión por las bicicletas. “En los últimos meses aumentó el trabajo en el taller”, sostiene la mujer. El múltiple campeón de los recordados Cruces de los Andes tiene 83 años y su negocio es el paisaje de la esquina de Pellegrini y O’Higgins, de Godoy Cruz.

El aviso de empleo se replica en las redes sociales, suma comentarios y reposteos. La oferta de trabajo crece. También van en aumento las capacitaciones para transmitir el oficio. En Mendoza, por ejemplo, la municipalidad de Ciudad, a través del programa “En la bici”, ofrece un curso básico de auxiliar de mecánico de bicicletas. Con un evento gratuito (online), desde el 16 de setiembre al 21 de octubre, promete los conocimientos necesarios para una pronta salida laboral.

Antes llegar al oficio, hablaba de las pasiones, las mismas que reclama el aviso de empleo. En la actualidad, no ha cambiado demasiado. Mauricio Rodríguez, propietario de JamRod, cuenta: “Para mí ser bicicletero es devolver en parte lo que la bicicleta me dio en lo laboral y en lo deportivo”. El ex ciclista sanrafaelino narra que a los 16 años comenzó su aprendizaje de la mano de las primeras carreras… “Una de las cosas que me no me gustaba era que tocaran mi bici. Quería saber todo para poder hacer la puesta a punto yo mismo”.

“En San Rafael, había una bicicletería que se llamaba ‘Los dos negros’. Iba todos los días para preguntar distintas cosas y que me enseñaran. Ellos atendían mi bicicleta de carrera y de a poco fui ayudando en lo que aprendía. A los 20 comencé a trabajar para otra bicicletería que me patrocinaba. Ahora tengo más de 30 años de oficio”, destaca el capo escuadra.

Caballitos de hierro

Producto de la cuarentena, los caballitos de dos ruedas han recuperado la atención. Omar Bassolina, de la bicicletería Bikezone, comentó: “La demanda de trabajo nos ha sobrepasado. La gente ha vuelto a usar la bicicleta como alternativa al transporte público y para recreación. Andar en bici es una de las pocas cosas que actualmente se pueden hacer. Mucha gente trae sus bicis en desuso para que se las arreglemos”. Entre las reparaciones más demandadas: el cambio de cámaras o la aplicación de líquidos anti pinchaduras, son los más frecuentes.

El mecánico de Godoy Cruz agrega: “Respecto de las nuevas, en estos momentos hubo una merma de materiales provenientes de China. También influye el precio el dólar. Por otro lado, la gente está sacando sus bicicletas para reparar. Desde que empezó la pandemia, el valor de las bicis usadas subió por encima del 60%. Un arreglo, dependiendo de los componentes que se cambien, puede costar cerca de cinco mil pesos”.

En los negocios grandes como en los más pequeños, el trabajo apura. En el taller de Bicicletas Evolution confiesan que la reparación de las bicis usadas tiene demora. “Puede ser de hasta una semana, pero vamos bajando el tiempo”, mientras que, en Maipú, ciclistas señalan que el servicio de post venta se desarrolla de manera normal, en el acto; pero los arreglos de las bicis usadas pueden tardar algunos días. Por su parte, en Todo ciclismo, advierten que la demora está ligada a los problemas de las bicis pero que, en promedio, la espera es de dos días.

El público ha vuelto para buscar repuestos o encargar los arreglos para sus vehículos. Juani Santamaría, de Monkey Bike Shop, destaca: “El trabajo ha crecido muchísimo estos últimos meses. Todo el mundo quiere comprar o reparar sus bicis para salir a pedalear”. El maipucino comparte algunos consejos útiles sobre el cuidado de las bicicletas por Instagram, de una manera pequeña para los seguidores de la tienda. “Hace cuatro años comencé en el negocio. A los 12 años tenía una BMX y, de a poco, fui aprendiendo sobre la mecánica de las bicicletas”

Este maipucino de 25 años ahorró algo de dinero y abrió su propio local en 2017. En el Marketplace –entre otras plataformas- encontró un espacio para publicar sus productos y diseños. “He publicado una fixie, mucha gente me habla por esa bici”, sostiene Juani. Él comparte amistad con corredores, con la gente del barrio y sigue apostando al trato personal. En las redes, la comunidad de amantes de las bicicletas es una multitud. Cientos de tutoriales hablan sobre los pasos necesarios para el arreglo de las bicicletas o los tips para empezar a practicar el deporte. En esta competencia que parece desigual entre youtubers y negocios físicos, mucha gente sigue prefiriendo volver a la bicicletería más cercana.

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