La comida italiana es, sin dudas, una de las más famosas en el mundo entero. Sobre todo en la Argentina, donde tuvo y tiene el acento inconfundible de la inmigración.
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La comida italiana es, sin dudas, una de las más famosas en el mundo entero. Sobre todo en la Argentina, donde tuvo y tiene el acento inconfundible de la inmigración.
De sólo mencionarla, nuestra mente y nuestro paladar se imaginan un buen plato de pastas y una gran porción de pizza. Sin embargo, es muchísimo más que eso. Contra ese prejuicio -que simplifica los sabores de una cultura rica en historias y costumbres culinarias- se ha propuesto trabajar el actual cónsul de Italia en Mendoza, Ivo Michele Polacco.
Con el objetivo de difundir las tradiciones del Piamonte, una emblemática región del noroeste italiano, el cónsul y su esposa, Anna Vedmed, organizaron en un hotel céntrico la "Cena Piamontesa", que disfrutaron periodistas, invitados especiales y miembros de la colectividad.
En las mesas abundaron las recetas que tiempo atrás deleitaron a los monarcas y que con tiempo se hicieron populares, e incluso traspasaron las fronteras de la península itálica.
Como entrada se sirvió “l´altro vitello tonnato”, plato que aquí conocemos con el nombre de vitel toné, pero en esta ocasión elaborado con alcaparras y sardinas. El menú continuó con “plin di gallina bianca di Saluzzo nel suo brodo ristretto”, unos sabrosos ravioles de gallina cocinados y servidos en su propio caldo.
De segundo plato, "anatra farcita alla novarese", carne de pato con arroz, al exquisito uso piamontés. Y de postre, "bonet all'astigiana".
Por supuesto, en las copas hubo vinos -blancos y tintos- y espumantes también de origen italiano.