Trucos. Este curioso método, que se aplica sobre todo en zonas con mucha vegetación, ayuda a evitar que las aves dañen partes sensibles de los autos.
Aunque parezca un recurso improvisado, cubrir los espejos con una bolsa de plástico se volvió una herramienta útil para muchos amantes de los autos. Esta maniobra simple se popularizó en contextos donde los automóviles estacionan cerca de espacios verdes, ya que logra frenar los daños provocados por ciertas aves. Entre los trucos más difundidos en redes y foros, este destaca por su efectividad.
Durante ciertas épocas del año, algunas aves se vuelven más territoriales y agresivas. Cuando ven su reflejo en los espejos retrovisores, lo interpretan como un rival. Como resultado, comienzan a golpear el vidrio con el pico, lo que genera rayones y hasta roturas.
Este comportamiento no es aislado: se repite especialmente en regiones rurales o en barrios donde hay mucha arboleda.
Más allá de los picotazos, otro problema frecuente es el contacto del auto con los excrementos de pájaro. A pesar de que parezcan inofensivos, contienen componentes ácidos que pueden dañar la pintura y el barniz.
Con el tiempo, estas manchas se hacen permanentes. Para quitarlas, a veces se necesita pulido profesional o hasta repintar la superficie afectada.
El sistema es muy fácil: apenas se estaciona el vehículo, se coloca una bolsa de plástico sobre cada espejo lateral. Esto elimina el reflejo que enloquece a las aves.
La bolsa se puede sujetar con una bandita elástica, un nudo simple o algún clip liviano. Incluso hay fundas específicas para este fin, aunque con una bolsa común alcanza.
Lejos de ser una moda pasajera, este truco tiene cada vez más seguidores. En grupos de mecánica y páginas de consejos automotores, muchos usuarios comparten sus buenos resultados.
Si bien no es infalible, se ha demostrado que disminuye notablemente los ataques de aves y la suciedad en los espejos.
Quien busque una solución más prolija puede optar por protectores de espejo que se venden online. También hay toallitas especiales para limpiar desechos de aves sin dañar la pintura.
Pero el método casero, económico y rápido de la bolsa plástica sigue siendo la opción más usada, sobre todo en ambientes naturales.
El riesgo de sufrir daños es mayor en zonas con árboles, plazas o parques. Estacionar al aire libre en esos lugares expone el vehículo a rayones, manchas y otros problemas que no siempre se detectan de inmediato.
El uso de una protección tan simple como esta puede ahorrar tiempo, dinero y dolores de cabeza.
Sí. Las camionetas o SUVs, al tener mayor volumen y superficies planas, son incluso más propensas a ser blanco de aves. El truco de la bolsa también sirve para proteger los retrovisores de estos vehículos, sobre todo en zonas rurales o durante viajes por ruta.