El barrio Americasa es un conglomerado ubicado al noreste de la ciudad de San Rafael, a unos seis kilómetros del microcentro y fue construido hace alrededor de 20 años, aunque algunas manzanas apenas tienen un decenio de existencia.
Prácticamente tiene todas sus manzanas, 10 en total, forestadas con distintas especies y sus jardines están la mayoría bien cuidados.
Sin embargo, la primera imagen que se observa al llegar es que en lugar de presentar un color verde sólo se distingue sobre árboles y plantas de jardín una gruesa capa de tierra que transforma el panorama. Es que sus calles no están asfaltadas pese al constante gestionar vecinal.
Trinidad Padilla vive en el lugar desde los primeros años. Primero como inquilina de una casa y hoy como propietaria y dueña de un local comercial de comestibles. Trabajó, y lo certificaron algunas de sus vecinas reunidas en el sitio, por el barrio muchos años "hasta que me cansé", dijo con una sonrisa.
"Conseguimos las cloacas que le dieron un empujón grande al barrio. Cuando llegamos aquí el tema de la basura era una problemática muy grave porque la gestionaba la Unión Vecinal a través de una empresa privada y era muy costoso teniendo en cuenta que la mayoría son empleados públicos de la policía provincial y federal, docentes y otros con similares ingresos.
Logramos que por fin la comuna se hiciese cargo de la recolección y hoy es otro logro en mejorar la calidad de vida", dijo.
Carolina, Patricia y Noelia se acercaron a la charla para participar y hacer oír sus reclamos que no calificaron de quejas sino de necesidades.
"Necesitamos una plaza para que nuestros niños jueguen y tengan un lugar para distraerse. El lugar está designado pero estamos a la espera. Es un predio ubicado en Pasteur, Santa Teresa de los Andes y Félix Palorma. No es difícil, es cuestión que la comuna se decida y nosotros colaboraremos", dijeron.
También ven la necesidad de construir un salón de usos múltiples. "Los vecinos queremos tener un lugar para reunirnos y tratar los problemas del barrio. Hasta hace un tiempo nos prestaban un galpón pero ahora no hay ningún sitio para estos encuentros".
También destacaron que el tema de una escuela es perentorio ya que los chicos deben trasladarse grandes distancias para asistir a clases. Algunos van a Cuadro Nacional o a otras escuelas pero "aquí no hay un centro educativo que atienda las necesidades de este y otros barrios que se han ido agregando como el Cristiano, Cerrito y Callao II entre otros de grandes dimensiones".
"En este barrio solamente hay más de 1.000 personas en las 300 casas", aseguraron.
En el tema seguridad destacaron que se producen los hechos más comunes como raterismo pero que en realidad no es un flagelo aún y que se aumentaría la seguridad si se aumentaran las luminarias o se podaran los árboles para dar más iluminación.
También señalaron que sería necesario unificar el criterio de ubicación del barrio. "Para algunos servicios somos de ciudad y para otros de Cuadro Nacional. Estamos en la frontera", dijeron esbozando una sonrisa.
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