Aprender fuera del contexto áulico es uno de los objetivos que persiguen los viajes educativos de los que participan alumnos primarios y secundarios de la provincia. Son muchas las escuelas que entienden que este tipo de propuestas tienen un gran valor en el crecimiento de los chicos e intentan que, a lo largo de la trayectoria escolar, tengan por lo menos uno de estos viajes.
La integración entre los compañeros de cada grado o curso, así como también la profundización del vínculo entre docentes y directivos y alumnos, son otras de las metas que se suelen perseguir con este tipo de salidas. La convivencia en el hotel, las salidas, y las actividades que se hacen, se presentan como oportunidades para que las relaciones interpersonales se vean fortalecidas.
Años de experiencia
Turismo Aymará es una empresa local que tiene gran trayectoria en el rubro. Su departamento estudiantil comenzó a funcionar en 1999 y desde entonces han llevado a miles de chicos en etapa escolar a distintos destinos del país, con fines educativos.
“Llevar el aula a la naturaleza” es la idea, comenta Ariel Zeier, gerente emisivo, para que los chicos aprendan. De alguna manera lo que se pretende es que se puedan articular la mayor cantidad de espacios curriculares en el destino seleccionado. Para lograrlo, la empresa trabaja juntamente con la escuela, especialmente con docentes de Historia, Geografía, Ciencias Naturales, entre otras materias.
Es interesante destacar que las propuestas no son exclusivamente para los chicos de la secundaria sino que hay para pequeños desde los 7 años. Por ejemplo, para los niños de 4° grado suele optarse por una ida a Malargüe, mientras que para los adolescentes se barajan, entre otras alternativas, Puerto Madryn o Buenos Aires.
Todo depende del perfil del colegio y de la edad de los alumnos que viajarán. La renombrada agencia de turismo presenta las propuestas a la escuela y son los directivos los que deciden. Además, se ofrecen posibilidades de hacer cambios y sugerencias.
La seguridad, un tema de fondo
Movilizar menores de edad fuera de sus hogares por varios días es un tema complejo. Aymará tiene mucha experiencia en el asunto y tiene todos los mecanismos aceitados como para que los establecimientos educativos puedan dejar en sus manos toda la organización y la logística y para que los padres sepan que sus hijos estarán bien cuidados.
Una vez que una escuela contrata los servicios, se hacen reuniones en las que participan, además de los docentes y los papás, los coordinadores que acompañarán al grupo durante el viaje. Así, se va forjando una relación y se pueden expresar las inquietudes.
Vale agregar que los coordinadores, van dos por cada unidad de traslado, son continuamente capacitados en primeros auxilios y manejo de grupo, entre otras temáticas. Por lo tanto, son jóvenes que saben cómo reaccionar ante las situaciones que pueden presentarse en el curso de un viaje con niños o adolescentes. “La coordinación representa el 80% del éxito del viaje”, asegura Zeier. Por eso tenemos un plantel estable y muy idóneo, prosigue.
Un dato no menor es que esta empresa otorga, a cada uno de los chicos que viajan, una pulsera con un código. Este novedoso sistema de seguimiento cuenta con todos los datos necesarios previamente cargados. Por ejemplo, allí constan teléfonos, medicamentos que deben tomar, dietas especiales, etc.
Ante cualquier situación, los responsables leen el código de la pulsera y constatan la info que sea necesaria. También, con este sistema, están en contacto permanente con los padres. Ellos bajan una app en sus teléfonos, mediante la que reciben fotos y videos en tiempo real que los coordinadores van subiendo durante los paseos o excursiones. Ésta es también una manera de limitar el uso de celulares por parte de los chicos. Las mamás y los papás están informados constantemente de lo que están haciendo y de cómo están, sin que sea necesario que los menores lleven sus móviles.
En este marco vale apuntar que, en algunos de los destinos, la empresa dispone de un médico que todas las noches pasa por el hotel para constatar si alguien necesita atención. Por supuesto que, además, tienen disponible un servicio de asistencia al viajero.
Las alternativas
Cada colegio interesado tiene a su disposición muchas opciones de viaje. Si bien es cierto que los destinos más mentados son Malargüe y Puerto Madryn, la empresa dispone de más de 20 opciones. Desde propuestas de un día para visitar bodegas en la provincia, o salidas a alta montaña, amén de viajes de varios días a Buenos Aires o las Cataratas del Iguazú.
Circuitos Sanmartinianos, a Villavicencio, de Turismo científico, entre las alternativas de las salidas por el día. San Rafael, San Juan y San Luis, entre los viajes cortos. Buenos Aires, Noroeste y Neuquén, entre otros, para los paquetes de 7 días.
Si el destino seleccionado es Puerto Madryn, los viajes se hacen entre setiembre y noviembre, época en la que se pueden avistar las ballenas. En el caso de los otros sitios, puede ser entre agosto y diciembre.
Apuntes
Aprender: muchos colegios organizan ferias de ciencias al regreso para plasmar los conocimientos adquiridos.
Financiación: los viajes se pueden pagar en cuotas con tarjetas de crédito. Además se entregan a los estudiantes bonos de contribución (que participan en sorteos de viajes) para que vendan y recauden dinero para pagar su viaje de estudios.
Muchos: Aymará lleva de viaje entre 1.500 y 1.700 estudiantes a destinos nacionales, cada año.