Golball para ciegos: un equipo del Este mendocino necesita ayuda para costear torneos

La actividad se realiza en el polideportivo municipal Gustavo “Torito” Rodríguez, de San Martín y resulta muy costosa, en especial por el valor que cada deportista debe afrontar para cada competencia. Piden sponsors. La historia de Lourdes, una de las pioneras.

Golball para ciegos: un equipo del Este mendocino necesita ayuda para costear torneos. | Foto: gentileza
Golball para ciegos: un equipo del Este mendocino necesita ayuda para costear torneos. | Foto: gentileza

El equipo de golball Aguilas Doradas, integrado por deportistas ciegos o con baja visión de Junín, Palmira y San Martín, se prepara para su próximo torneo el 26 de abril en la ciudad de San Luis, aunque el viaje depende de la ayuda económica que puedan recibir, ya que el costo por persona oscila los 40 o 50 mil pesos.

Se trata del único equipo de la zona Este que practica este deporte paralímpico creado específicamente para personas ciegas y con discapacidad visual. El objetivo es, mediante el lanzamiento con la mano del balón, introducirlo en la portería del equipo rival. Cualquiera de los miembros del equipo intentará que el balón no entre en la portería. Todos los jugadores llevan antifaces opacos para igualar la visibilidad de los participantes.

El equipo se formó el año pasado y sigue sumando adeptos. Los implementos, como pelotas, antifaces, camisetas y líneas para marcar la cancha, resultan difíciles de adquirir por el costo, más allá de lo que conlleva cada viaje para las competencias.

Estamos en plena búsqueda de sponsors, auspiciantes o particulares y empresas que deseen darnos una mano. No tenemos ayuda de ningún municipio y muchas veces se nos hace muy difícil poder viajar”, indicó a Los Andes Lourdes Escudero, una de las integrantes del equipo y pionera en esta disciplina en Mendoza.

Hasta el mismo 26 que se realiza la primera fecha de la liga inferior (viajarán a la noche) el equipo realiza todo tipo de campañas y colectas. “Pero esto debe tener continuidad. En mayo vamos a encarar te-bingos, sorteos y hasta vamos a pasar una película en el cine de Palmira, el 17 de ese mes, para recaudar fondos”, anticipó. Será entre las 20 y las 22 y se proyectará “Oppenheimer”.

“El deporte resulta caro para nosotros. Una pelota nos costó en enero 150 mil pesos, suponemos que hoy debe andar por los 200 mil. Se trata de una pelota de caucho con ocho orificios y un cascabel que tiene un peso de 1,25 kilogramos”, detalló. Más allá de la pelota, la actividad requiere gafas, cinta fácil al tacto para pegar en el piso, camisetas, traslados, comida y alojamiento cada vez que se programa un torneo fuera de Mendoza. Por otro lado, estos implementos deben ser renovados permanentemente.

Los integrantes del equipo son cinco, cuatro varones y una mujer. Dos de ellos son oriundos de Palmira; dos de la ciudad de San Martín y uno de Junín.

“Nos cuesta sumar gente, aunque de a poco lo vamos haciendo. Es un deporte mixto, de alto impacto y no muchos se animan”, aclara Lourdes, para agregar que los entrenamientos, tres veces por semana, se dictan en el polideportivo Gustavo “Torito” Rodríguez, de San Martín.

El grupo humano, según definió, es “maravilloso”, para mencionar a sus entrenadoras, Mariela y Carolina, que siempre están “al pie del cañón”.

“Nuestro equipo es relativamente nuevo y nos sucedió algo muy lindo, casi increíble. Veníamos desde 2018 con la intención de armarlo, empezó a correr el tiempo y luego llegó la pandemia, por eso todo se demoró. El año pasado se incorporó un compañero con baja visión, Nicolás Baroni, quien tomó la iniciativa de poner el pie en el acelerador y de retomar el proyecto de nuestro equipo. Por eso `Aguilas Doradas’ es relativamente nuevo y con gran empuje”, reflexiona.

Además de Lourdes, lo integran Brian Pepa, Nicolás Baroni, Uriel Zingariello, Pablo Coria y los profesores Mariela Miranda, Cristian Modarelli y Carolina Saso.

Una historia de superación

Hija de Beto y Karina y hermana de Cintia y Alma, Lourdes Milagros Escudero nació en la ciudad de Mendoza hace 22 años. Fue un bebé prematuro que llegó al mundo antes de los siete meses de gestación. Poco después del nacimiento la familia se trasladó a San Martín.

“Me diagnosticaron retinopatía del prematuro, es decir, las retinas no terminaron de desarrollarse. Ninguno de mi familia tiene esa condición”, indicó Lourdes, en diálogo con Los Andes. Fue así que, con el correr de los años, fue perdiendo la visión hasta quedar totalmente ciega a los 12 o 13 años. “Fue allí cuando pude ver por última vez”, recuerda.

El deporte, según relata, la ayudó desde siempre a salir adelante y superar su condición. En un principio practicaba atletismo.

“No sé qué hubiese sucedido sin el deporte. Fue un estímulo, una manera muy hermosa de continuar mi vida”, relata Lourdes, para agregar que en aquel momento ser ciega no le costó tanto como sí le cuesta hoy.

Lourdes Escudero
Lourdes Escudero

“Hoy lo siento difícil, algo raro porque llevo muchos años sin poder ver. Pero me cuesta viajar en colectivo, muchos choferes no son demasiado empáticos o amigables, entre otras cuestiones de la vida cotidiana. La gente no siempre colabora y algunas veces siento temor por falta de referencias en la calle. Por otro lado, Mendoza no está preparada para personas ciegas”, comenta.

Lourdes dice que muchas veces el grupo debe reunirse fuera del horario habitual de los entrenamientos y no siempre les resulta fácil. “Vivo alejada del centro y, como les sucede a mis compañeros también ciegos, la movilidad es un obstáculo”, asegura.

“No he sufrido bullying o al menos no lo he sentido de ese modo. Pero tengo conocidos que sí, como siempre digo tuve la suerte de encontrarme con gente buenísima. Nunca he sentido rechazo”, indica.

Lourdes acudió a escuela especial y común al mismo tiempo. “Siempre me relacioné con personas con discapacidad y desde chiquita muchos profesionales nos fueron preparando a mi mamá y a mí, en forma conjunta, para afrontar este mundo que, como se sabe, no es fácil”, recuerda.

Lourdes es comunicadora social (egresada del IESDyT 9-001 “Gral. José de San Martín”) y tiene muchísimos planes para su futuro profesional. Uno de ellos es realizar la licenciatura en un futuro próximo.

“Uno de mis compañeros me invitó a un programa de radio y me enganché. La pandemia me afectó mucho, me costó adaptarme, pero en segundo y tercer año aparecieron materias que me gustaron y me incentivaron a continuar”, evoca.

Las últimas dos materias, Lingüística y Práctica, las rindió el 21 de marzo de 2023, cuando obtuvo con su diploma uno de los mayores logros de su vida.

Cómo ayudar

Instagram: @aguilasdoradas2023. Empresas o particulares que deseen hacer algún aporte pueden contactarse al 263-4713691.

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