Delfina Díaz tiene apenas 8 días de vida y fue la única sobreviviente de una verdadera tragedia que se registró el viernes por la tarde - noche en la calle Cerro Tolosa al 1.000, en el barrio Villa del Sol de Godoy Cruz. A fines de la semana pasada, la ex pareja de la madre de la pequeña -Carla Pataracchia (30)- llegó a la vivienda ubicada en esa casa. Tras golpear insistentemente la puerta, insistir con varios llamados telefónicos y, asustado ante la falta de respuesta; este hombre ingresó por la fuerza a la casa de sus familia y allí encontró una triste escena: Carla, su pareja actual -Fabio domingo Díaz (28)- y 3 niños -de 7, 5 y 1 años- yacían inconscientes en el interior, donde predominaba un intenso olor a gas.
Tras dar aviso a la policía, minutos después constataron que la familia había fallecido intoxicada por monóxido de carbono. Sin embargo, había una sexta persona en el interior de la casa, una nena de apenas 4 días (esa era su edad el viernes, por lo que hoy ya tiene 8 días) que fue asistida ni bien los rescatistas ingresaron a la casa. Y, tras constatar que la pequeña estaba aún con vida; fue trasladada de inmediato al Hospital Notti.
Delfi sigue internada
Delfina, quien este martes está cumpliendo sus primeros 8 días de vida, llegó al hospital infantil con intoxicación con monóxido de carbono, la misma causa por la que sus padres, su hermana y sus dos hermanastros -hijos de Carla y del hombre que descubrió la triste escena- perdieron la vida.
Según confirmaron durante la mañana de este martes, Delfina Díaz “continúa internada en Terapia Intensiva neonatal, estable y comenzó a recibir alimentación”.
Se trata de una muy buena noticia; ya que si bien la niña sigue en un área crítica, ha sido estabilizada y -desde hoy- está alimentándose nuevamente.
Una gran tragedia
Cerca de las 21:30, el ex de Carla -y padre de Josefina (7) y Joaquín Pelegrina (5)- ingresó a la vivienda que alquilaban Carla y Fabio en el complejo ubicado en Cerro Tolosa al 1.082. Minutos antes había llegado para visitar a sus hijos, pero le llamó la atención la falta de respuesta ante los insistentes golpes de puerta y llamados telefónicos.