Los dueños de un conocido local de pastas de la Quinta Sección cayeron en el cuento del tío y fueron estafados por más de 150.000 pesos. Los delincuentes usaron una metodología que se viene repitiendo desde hace varios meses.
Todo empezó el sábado pasado en Orlando Pastas, una pequeña fábrica ubicada en calle Olascoaga. Un hombre, que había llamado el día anterior para hacer un pedido, se presentó en el local para retirar una importante cantidad de comida.
“Nos dijo que la mercadería era para llevar a una fábrica de lácteos en la que él trabajaba. Hablamos a través de WhatsApp y nos dio la sensación de que estaba todo bien”, explicaron a Los Andes.
El sujeto había puesto en la foto de perfil una imagen en la que aparecían varios camiones de los que suelen usar para transportar productos lácteos. Luego de algunos intercambios, hicieron el pedido que sería retirado ese mismo día, pero por la noche.
“Cinco porciones de fideos rellenos, cinco porciones de canelones, cinco porciones de sorrentinos, cinco tartas de pollo, empanadas de carne, cinco porciones de lasaña, 18 porciones de chocotorta, 12 de tiramisú, 25 botellas de Coca Cola, 5 Sprite y 10 latas de cervezas”, reza la lista que pasaron al negocio.
Minutos después de las 23 un empleado de Pedidos Ya llegó al local y se llevó una parte del pedido, después regresó con otro hombre, que iba a bordo de un auto, y se llevó la otra parte de lo que habían encargado.
El supuesto comprador dijo que había hecho una transferencia bancaria por el valor de 85.500 pesos. A través de WhatsApp les envío un comprobante trucho dónde figuraba la supuesta transacción.
Un dato a destacar es el texto que los delincuentes habían agregado al final del comprobante: “ticket válido como comprobante de pago. Recuerde que puede haber demoras en la acreditación de las mismas”.
Estas líneas concordaban con la excusa que habían dado antes sobre la demora en la acreditación. Pero es importante mencionar que se trata de un texto falso que no aparece en los comprobantes de transferencia de Banco Santander Río.
Otro dato a tener en cuenta en este tipo de estafas es que la tipografía del PDF y la alineación entre las palabras tenía una apariencia extraña. En la parte donde aparece el dato del plazo de acreditación, los estafadores habían escrito “hasta 24 días hábiles”.
En un primer momento, los dueños no advirtieron estas incoherencias y confiaron en el comprador. Con total normalidad y siguiendo con la estafa, el domingo se volvieron a comunicar con la empresa y realizaron otro pedido de similares características, siempre con la excusa que el dinero se acreditaría el lunes por la mañana.
Confiados, los dueños de Orlando Pastas volvieron a preparar el pedido, por el valor de 71.250 pesos, y lo entregaron al mismo empleado de Pedidos Ya que había ido el día anterior y les enviaron otro comprobante trucho.
En total, habían hecho una compra por 156,760 pesos. La empresa esperó que el dinero se acreditara en su cuenta, pero el pago jamás llegó. Tras el hecho, los estafados radicaron la denuncia.
La estafa de los falsos comprobantes de pago
Según el informe Mensual de Pagos Minoristas del Banco Central, en abril los pagos con transferencia a través de aplicaciones de teléfonos móviles se transformaron en el medio de pago más usado de la Argentina.
Cada vez más personas acceden a billeteras virtuales y diferentes métodos electrónicos que les permiten agilizar las compras, el pago de servicios y otro tipo de transacciones.
Lamentablemente, con la masividad y la simplificación de dichas herramientas aparecen bandas de criminales que se aprovechan de la confianza de las personas para cometer este tipo de delitos.
Los delincuentes suelen falsificar los comprobantes, como en este caso, o muestran sus teléfonos a la persona estafada, donde aparece el pago realizado, y lo cancelan el pago minutos después.
Otra mentira habitual es justificar la falta de pago a demoras externas. “Se va a acreditar mañana”; “La aplicación está tildada”; “Se está demorando la App”, son algunos de los pretextos más usados.
Si el comprobante recibido tiene tipografías extrañas o de diferente tamaño, errores de ortografía o algún elemento poco habitual, es motivo para desconfiar.