Todos tenemos algo de culpa

Es horroroso ver la cantidad de dinero que los gobiernos anteriores dilapidaron en propaganda política, en empleados que no cumplen con sus tareas, en personal que directamente no trabaja, pero que recibe su sueldo en sus hogares, sin moverse.

Muchas veces me he preguntado, si los malos gobiernos que nos han regido en estos últimos años, no han prosperado porque nosotros los ciudadanos, no hicimos las cosas que debimos hacer. Todos los días aparece un peculado nuevo. Todos los días se destapa un robo nuevo. Ya nos hemos acostumbrados a que los nuevos funcionarios que se han hecho cargo de gobierno, cada vez que indagan algo, encuentran una estafa, un desvío de fondos.

Es horroroso ver la cantidad de dinero que los gobiernos anteriores dilapidaron en propaganda política, en empleados que no cumplen con sus tareas, en personal que directamente no trabaja, pero que recibe su sueldo en sus hogares, sin moverse.

El robo efectuado al gobierno – a todos nosotros- ha sido monumental. Algo increíble. Regresando al título de este escrito, me pregunto cuánta culpa tenemos los ciudadanos que permitimos todo este robo tremendo que ahora estamos viendo y descubriendo. Quizá no fue fácil darnos cuenta de lo que ocurría, pero no es posible que tanta maldad, no se haya podido descubrir y denunciar en los gobiernos de turno.

El Estado sirvió durante estos últimos años, para dilapidar el dinero de todos. El enriquecimiento de los funcionarios fue una constante. La dilapidación del dinero público, fue lo de todos los días. Pero nosotros los ciudadanos, debimos darnos cuenta. No es posible que tanta maldad haya pasado desapercibida por todos. Nosotros no hicimos nada, o muy poco. Y entonces el latrocinio siguió su curso. Y quién mas o quién menos, robó a mansalva de los dineros del Estado, que es el dinero de todos.

Ahora no nos quejemos. Porque nos quedamos callados. Permitimos que unos pocos, estafaran, dilapidaran, robaran los dineros del Estado. Por lo tanto, debemos todos, unirnos para remediar este error. Tratar de volver a ser una comunidad creíble, próspera, entusiasta, digna de ser reconocido como un gran país. Que lo seremos si nos lo proponemos.

* El autor es abogado.

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