Puerto Madryn tiene para ofrecer una combinación única en temporada de verano. Porque hace calor, pero sopla un viento fresco; porque se puede entrar al mar y nadar, pero las playas no se atiborran de sombrillas; porque en los balnearios se ofrece todo tipo de actividades náuticas y cocina de mar, pero también hay mucho más para hacer y ver por fuera de lo que es playa, en los alrededores de la ciudad y en Península Valdés.
Playas y balnearios
Hay 4 kilómetros de playa para caminar, correr, estirar el pareo y pasarse el día frente a las aguas calmas del Golfo Nuevo. Las playas siempre son anchas, pero cuando la marea está baja, desde la Rambla puede haber varias cuadras de arena hasta llegar a la orilla. Por eso es muy fácil encontrar un lugar aislado, propio, donde no tener que escuchar la conversación del vecino.
En toda la la costa de Madryn hay rambla, ideal para andar en bicicleta, skate o rollers, y balnearios accesibles con exquisitas cartas de almuerzo y cena. Entre los paradores se destacan Coral, Náutico Bistró de Mar, Popeye y Sara. En muchos de ellos se ofrecen clases de windsurf y kite, paseos en kayak, alquiler de tablas para stand up paddle y yoga, bautismos de buceo y snorkeling con lobos marinos en Punta Loma.
Cosas ricas y una noche intensa
Puerto Madryn apuesta fuerte hace muchos años en lo que respecta a la gastronomía. Tiene uno de los festivales más antiguos e importantes de toda la Patagonia, Madryn al Plato, y una oferta de productos locales y cocinas que sorprende a sus visitantes. Cordero, algas wakame y salicornias, cristales de sal, langostinos, navajas y calamares protagonizan las cartas de los restaurantes de la ciudad. Entre ellos: Los Fuegos, Cantina El Náutico, Bistró de Mar y Margarita, que también tiene una buena barra.
La fauna marina
En época estival, en los alrededores de Puerto Madryn y en Península Valdés, se puede ver una gran diversidad de aves, toninas y delfines, lobos y elefantes marinos. También se quedan hasta abril los pingüinos de Magallanes, que en Punta Tombo tienen la colonia continental más grande del mundo. Otras colonias muy interesantes son las de Estancia San Lorenzo y Reserva El Pedral, en Punta Ninfas. Por último, las orcas convocan entre los meses de setiembre y abril.
Los precios
Península Valdés: El ingreso al área natural protegida Península Valdés cuesta $ 180 para residentes nacionales, y $ 90 para menores de 6 a 11 años y jubilados. Los menores de 5 años no pagan.
Punta Tombo: La entrada a esta colonia de pingüinos de Magallanes cuesta $ 100 para residentes nacionales, y $ 50 para menores de 6 a 11 años y jubilados. Menores de 6 años no pagan.
Snorkeling con lobos marinos: Esta excursión se extiende unas dos horas, incluye el equipo de snorkeling, traje de neoprene y la navegación hasta Punta Loma, y cuesta $ 2.200 por persona.
Clases de windsurf: Las clases individuales cuestan $ 500, y un curso completo de seis clases, $ 2.000.
Hospedaje: Una habitación con desayuno, cuesta un promedio de $ 2.100 en base doble en un hotel 4 estrellas, y desde $ 315 por persona en dormis.
Restaurantes: En los balnearios, un menú ejecutivo con principal, postre y bebida sin alcohol ronda los $ 380 por persona.
Hoteles desde $ 1.800 habitación doble.
Más información en www.madryn.travel