En las columnas anteriores he venido presentándote una serie de herramientas de comunicación y es el momento de enmarcarlas en una disciplina que es lo que me propongo en esta columna para que entiendas desde qué lugar te hablo. Pero antes te quiero mencionar brevemente qué es el Coaching, ya que hay mucho desconocimiento acerca de esta nueva disciplina emergente.
En muy pocas palabras te diría que el Coaching es un proceso de acompañamiento a una persona, equipo u organización en el que, partiendo de un estado inicial (en el cual obviamente hay algún grado de insatisfacción) y la determinación de un estado deseado, se logra cubrir esa brecha a través de la elaboración y ejecución de un plan de acción que incluye procesos conversacionales facilitados por un coach que se ha formado profesionalmente.
En mi caso personal, primero me formé como Coach Ontológica (Crearcontextos), luego como Coach Ejecutiva (Liderarte) y actualmente estoy certificada como Master Coach Internacional (ICF).
Ahora sí, te cuento qué es el Coaching Psicológico Integral. Es una corriente de Coaching nueva creada en Mendoza de la mano de Fernando Osta que tiene la gran fortaleza de integrar a todas las corrientes de Coaching del mundo.
Luego de un exhaustivo estudio de más de 70 autores, logramos integrar las principales bondades de cada corriente. Hemos tomado, además, elementos de la Psicología, del Management, de la Filosofía, de la Biología, de la PNL, por mencionar algunas de nuestras influencias.
¿Cómo impacta este modelo de Coaching en las personas?
Cuando una persona tiene algún grado de insatisfacción, esto se debe a que su vida está siendo regida por lo que nosotros denominamos “pensamiento disfuncional”. Nuestro trabajo consiste en detectar qué es lo que está debajo de esos comportamientos que hoy la está llevando a tener resultados no deseados.
Lo que hacemos es encontrar qué creencias inconscientes son las que están determinando esas conductas. Una vez hecho consciente esto, puede haber modificación de comportamientos y, por ende, de resultados, tanto a nivel familiar, laboral o de tiempo libre, que son los tres contextos en donde nos desenvolvemos diariamente. Este tipo de proceso se denomina “Life Coaching”.
Pero, ¿Cómo se logra esto? A través de un proceso conversacional en donde el coach profesional pone en juego, por un lado, sus habilidades competenciales, como por ejemplo generar buenos acuerdos, escuchar, hacer preguntas poderosas o crear conciencia y responsabilidad en su cliente, así como la utilización de herramientas específicas y una metodología detrás que tiene objetivos y estrategias propios de cada corriente de coaching. El objetivo es acompañar a su cliente a generar un diseño de futuro que lo acerque cada vez más a su propósito y plenitud.
¿Y en las organizaciones?
Bueno, acá el objetivo ya no es sólo individual, (que también puede serlo, proceso que se llama Coaching Ejecutivo) sino que al estar la organización integrada por un conjunto de personas, la mirada cambia y se vuelve sistémica. El entrenamiento puede estar orientado a generar equipos de alto rendimiento o a acompañar a los altos directivos a diseñar planes a futuro que los lleven a materializar sus visiones compartidas.
En nuestro caso trabajamos en el desarrollo de competencias individuales, grupales y organizacionales dentro de los equipos de trabajo. Nos interesa especialmente pulir las relaciones entre los miembros del equipo para luego orientarnos a la búsqueda de objetivos con planes de acción.
Pero para que esto suceda, el equipo debe definir muy claramente cuáles son las reglas con las que quiere trabajar, y eso requiere de muchas conversaciones, acuerdos, idas y venidas, hasta que poco a poco el equipo va llegando al alto rendimiento. Pero con el acompañamiento de un buen profesional del coaching esto sucede y genera experiencias muy satisfactorias para todos.
Si estás pensando en formarte como coach profesional, mi consejo es que te asegures de que las personas que impartan la formación sean idóneas, con experiencia probada, porque en estos últimos años esta disciplina ha sido muy bastardeada y cualquiera se dice coach por haber hecho un curso de un fin de semana.
Bueno, ahora que ya le puse palabras a la disciplina desde la que te hablo, podremos seguir desarrollando herramientas propias del coaching pero que se aplican todos los días en la vida de cualquier persona, independiente del contexto ¡Nos vemos en la próxima columna! Y si querés saber más sobre coaching, ingresá a nuestro Instagram @coachingpsicologicointegral para enterarte de todo lo que tenés que saber sobre nuestra academia.