Su familia pide "celeridad en la investigación" y "custodia" debido al temor que les produce que el sospechoso no aparezca. "No queremos que el caso quede en la nada", dijeron.
Por la golpiza, la Justicia busca a Oscar Diego Andrada Ojeda (32) quien desde la madrugada del 29 de mayo pasado está prófugo.
Ese día, Cataldo y el sospechoso se cruzaron ocasionalmente en el bar "Tito", ubicado a metros del boliche El Santo, de Maipú. La joven había pasado la noche en la disco junto con unas amigas y Andrada había estado bebiendo unos tragos en el bar.
Ambos habían tenido una corta relación amorosa que había terminado hacía un tiempo. "Las chicas ya sabían que Andrada estaba allí porque cuando llegaron al boliche lo vieron", contó Analía Cornejo, mamá de la víctima, mientras su hija estaba internada.
Las chicas se sentaron en el bar mientras esperaban que las fuera a buscar un taxi. En un momento determinado Cataldo salió a la calle para llamar a su papá y avisarle que se iría con sus amigas. Fue en ese momento que se cruzó con Andrada.
Golpiza
Cuando el taxi llegó, las amigas de Cataldo comenzaron a buscarla. Pero la joven ya había sido hallada por personal del bar en un pasillo cercano al baño: estaba tirada en el piso, inconsciente y con severas heridas en el cuerpo, especialmente en el rostro y el cuello.
Se supone que llegaron a ese lugar después de entrar por la puerta trasera del comercio, ya que nadie los vio ingresar por la entrada principal.
La chica fue llevada por una ambulancia al hospital Central donde comenzó una lenta recuperación que, incluso, la llevó a pasar varios días en coma.
Su recuperación fue casi milagrosa, aunque en la actualidad aún tiene secuelas de los golpes. "Habla con dificultad por la traqueotomía a la que tuvo que someterse", asegura su madre, Vanina Cornejo, ayer a este diario en conversación telefónica.
"Pasaron dos meses y no sabemos nada. Ni la consigna policial nos dejaron. No queremos que se olviden y que el caso quede en la nada", se quejó Vanina, quien se dedica a cuidar a su hija que hace unas semanas fue dada de alta, por más que tenga una parálisis en el brazo derecho.
Desapareció en un remis
Los investigadores sospechan que Andrada pudo haberse ido de la provincia después de golpear brutalmente a Cataldo.
"Las chicas lo vieron irse del bar. Se subió a un remís y lo notaron muy tranquilo, como si no hubiera ocurrido nada".
Por eso cuando encontraron a su amiga herida, sospecharon que había sido víctima de un robo: no tenía su celular y su cartera había sido revuelta. Pero después, un testigo aseguró que el agresor no había sido otro que Andrada.