La despenalización del aborto y las drogas, el debate que se viene

En la recta final del período parlamentario, arrancarán en Diputados dos debates ajenos al antagonismo kirchnerismo-oposición que de modo tan marcado quedó reflejado en las últimas sesiones. Se trata de dos despenalizaciones: aborto y tenencia de drogas para consumo personal.

En los dos casos comenzarán a discutirse en noviembre en comisiones, impulsados por un sector del oficialismo y un grupo de legisladores de otros bloques, aunque sin la certeza de que lleguen al recinto porque no cuentan con el empuje explícito -en rigor, la orden de aprobarlos- de Cristina Kirchner.

En el caso de la interrupción voluntaria del embarazo, casi que la certeza va en sentido contrario: con la Presidenta con una posición contraria y un Papa argentino, los propios diputados que lo impulsan saben que no habrá número para aprobarlo. Se tratará en la comisión de Legislación Penal para visibilizar la problemática -entre 460 mil y 600 mil abortos clandestinos por año y 3.000 muertes desde la recuperación de la democracia-, lo que significará un avance para los que están a favor.

En el caso del consumo de drogas, aun con sus dificultades, tendrá mayores posibilidades de avanzar. No sería legalizar sino despenalizar, en línea con el fallo Arriola de la Corte Suprema, en 2009.

Cristina no se pronunció, pero las declaraciones del cura Juan Carlos Molina -titular de la Sedronar- a favor de no criminalizar a los adictos contaron con su aval, según confirmaron legisladores del Frente para la Victoria. El debate será con formato de audiencias públicas, también en noviembre: esta semana tendrán una reunión el radical Mario Fiad -presidente de la comisión de Prevención de Adicciones y

Control del Narcotráfico- y el kirchnerista Horacio Pietragalla -vicepresidente de ese cuerpo y cercano a Molina- para acordar los tiempos y los invitados.