Concón, sitio para los amantes de la pesca y la gastronomía marina

Si bien gustos son gustos y cada uno es libre de comer lo que le plazca con la conciencia tranquila y el estómago feliz, los mendocinos que llegan a Concón tienen una idea más que clara: para comer hamburguesas o carne vacuna, mejor quedarse en Mendoza.

Es que Concón, esa ciudad ubicada al norte y con un perfil más bajo que Reñaca y Viña del Mar, es por excelencia la preferida de quienes gustan de la pesca y de los menúes que incluyen platos marinos.

En este lugar, las opciones van desde comprar pescados en la “caletillería” (más pequeño que un puerto y donde los pescadores bajan de los barcos y venden su mercadería sin intermediarios) para cocinarlos en casa, hasta pescar la comida uno mismo, expedición mediante.

O también la siempre atractiva posibilidad de almorzar o cenar en aquellos restaurantes ubicados a la orilla del mar.
Como en un barco

Si la idea es simplemente sentarse y disfrutar, la mejor alternativa es ir en plan 100% turista. Los platos preferidos de los mendocinos son “calamares apanados” (así llaman en Chile a las rabas) y la porción ronda los 250 pesos argentinos. Generalmente se comparten como entrada.

El risoto marino -arroz con mariscos- y la reineta con salsa, ambos también a 250 pesos, también se destacan entre los preferidos de los mendocinos. Y ni hablar de los locos, otros de los moluscos más pedidos (la porción ronda los 300 pesos) o las machas a la parmesana (200 pesos).

“Hay 2 detalles que hacen que Concón esté en un lugar más privilegiado que otras ciudades. Primero, que está casi metido en el Pacífico y venir acá es como ir en un barco. Y lo otro es que es el lugar por excelencia para venir a comer pescado. El 80% de nuestra carta es marina y 99% de los mendocinos que vienen al restaurante lo hacen con la idea de comer pescado”, resaltó Lilian Sánchez, gerente del tradicional restaurante Calipso que lleva 16 años trabajando en el lugar y donde efectivamente da la sensación de estar comiendo en un barco. La mujer destacó que el congrio también está entre las opciones más pedidas (según la presentación del plato va desde los 190 pesos hasta los 230 pesos). “Si la gente quiere ir a la playa, puede hacerlo en Reñaca. Pero para comer, tienen que venir a Concón”, resaltó entre risas.

Hágalo usted mismo

No son pocos los mendocinos que prefieren agilizar su destreza -o experimentar con sus primeros pasos- cocinando por sus medios estos manjares. Estos eligen ir a la caletillería de Concón antes de las 9, donde los pescadores ya han desembarcado con sus presas.

“Lo que más piden los mendocinos es merluza (120 pesos argentinos la docena), congrio (120 pesos también, en este caso por kilo) y lenguado (170 pesos el kilo). También sale mucho la sierra, que se vende entera (entre 120 y 170 pesos)”, explicó Luis, uno de los encargados del sitio.

Allí también trabaja José Luis que, con una precisión quirúrgica, es el encargado de trozar los pescados. “Acá vienen los que saben mucho y los que quieren aprender. Compran para cocinar donde están viviendo”, acotó, mientras arrojaba algunos restos hacia un hambriento grupo de gaviotas que merodeaban por el lugar. “Todos tienen derecho a comer", agregó casi como un mandamiento.

“La verdad es que es la primera vez que voy a comer (pez) sierra. Voy a hacer una parte frita y la otra la voy a tirar a la parrilla”, explicó a su turno Antonio, un mendocino que se animó a comprar y hasta pagó en pesos argentinos.

Pescar y comer

Otra alternativa combina la parte gastronómica con la aventurera y es la opción que ofrecen varios pescadores de poner sus botes a disposición de expediciones pesqueras.

“Por 70.000 pesos chilenos (420 argentinos) uno puede salir al mar y pescar sus pescados. Salen 4 personas, el paseo dura 4 horas e incluye el equipamiento para sacar una docena de sierras”, destacó Jorge Rivera, quien tiene 2 botes siempre listos para esas salidas. “Salen mucho los mendocinos”, agregó el pescador.

Dos de ellos fueron Marcelo Moretti y su esposa, Liliana Montaña, quienes posaron orgullosos con 3 pescados luego de bajarse del bote.