Trabaja de barrendero, retomó la carrera de contador tras 22 años y logró recibirse por un único motivo

El nacimiento de su hija Isabella hizo que Leonardo se replantee nuevamente volver a la universidad para completar su sueño de chico. Ahora, busca trabajo y espera poder “devolverle a la comunidad” lo que ella le brindó.

Leonardo junto a su familia. Foto: gentileza Leonardo Bermúdez
Leonardo junto a su familia. Foto: gentileza Leonardo Bermúdez

Es imposible olvidar la crisis del 2001, que afectó a miles de familias argentinas cambiando rotundamente su realidad. Muchos sumaron más trabajos a los que ya tenían, mientras que otros debieron abandonar los estudios para poder generar mayores ingresos en la familia. Esto último fue precisamente lo que le pasó a nuestro protagonista de hoy: Leonardo Bermúdez.

Más allá del contexto político, económico y social que lo marcó, Leo soñaba desde muy chico con ser contador público. Apenas terminó la secundaria se inscribió en la carrera en la Universidad Nacional de Salta (UNSa), pero al poco tiempo tuvo que abandonarla porque la situación económica en su casa era compleja.

Leonardo en su trabajo como barrendero. Foto: gentileza Leonardo Bermúdez
Leonardo en su trabajo como barrendero. Foto: gentileza Leonardo Bermúdez

Sin embargo, nunca bajó los brazos y el nacimiento de su hija fue un empujón para retomar los estudios. Con miedos e incertidumbres volvió a aquel edificio y aunque todavía no sabía qué era lo que le esperaba, avanzó sin pausa. Así, hace apenas unos días atrás logró lo que tanto soñaba.

UN SUEÑO CON APLAZOS, PERO CUMPLIDO

Al respecto y en diálogo con TN, Leonardo dijo: “Quise ser contador toda mi vida, desde chiquito. Cuando egresé de la escuela secundaria ya tenía contacto con la contabilidad porque la orientación era económica y descubrí que era realmente lo que me gustaba”.

Aun así, cuando terminó el colegio arrancó la universidad, pero la crisis del 2001 lo frenó. “Fue un año difícil y no se hizo fácil seguir el ritmo. Había muchas necesidades, tuve que empezar a buscar trabajo y así, tristemente, fui dejando de lado mi sueño. En ese momento no fue fácil, pero con los años uno comprende mejor la situación”, detalló Leo.

Leo y su tesis. Foto: gentileza Leonardo Bermúdez
Leo y su tesis. Foto: gentileza Leonardo Bermúdez

Tras varios cambios de profesión y, ya en pareja con su compañera de toda la vida, consiguió empleo en la empresa encargada de la recolección de basura y limpieza de la ciudad. “Me convencía porque trabajaba durante la mañana y en la tarde le podía dedicar tiempo a la universidad. No quería abandonar mi sueño tan fácil”, aseguró el ahora contador.

Sin embargo, las complicaciones de la vida se lo impidieron, hasta que en 2014 algo lo motivó: nació Isabella, su pequeña hija que hoy tiene 9 años. “Ella me cambió la cabeza, ya no pensaba solo por mí, había alguien que dependía de lo que haga yo en todos los aspectos, entonces empecé a pensar más en el futuro, yo quería encontrar la forma de concretar mi sueño y eso me dio un impulso”, aclaró Leo.

Y agregó: “Así, en el año 2017 retomé la carrera con mucha fuerza y energía, que me las dieron mi hija y mi compañera, ya que ella también me incentivo bastante para que siga adelante”. De esa manera, con muchos miedos e incertidumbres arrancó la cursada. “Me fue bastante bien en las primeras materias que di porque tuve buenas notas y desde ahí no paré hasta obtener el título”, sostuvo el salteño.

Momento de la graduación. Foto: gentileza Leonardo Bermúdez
Momento de la graduación. Foto: gentileza Leonardo Bermúdez

Y continuó: “Si bien hoy me pude recibir, el trabajo que hizo mi compañera fue impresionante. Yo laburaba de 6 a 13, volvía a casa a almorzar con mi nena y después me iba a clases y durante ese tiempo alguien tenía que estar con ella y esa persona era María -su esposa-. Después tenía que estudiar y no estaba para nada presente. Ella fue la que se puso al hombro todo”.

UNA HISTORIA CON TÍTULO

Tras un constante esfuerzo, llegó el tan ansiado título. “Fue una felicidad tremenda cuando presenté la tesis, hace dos semanas, y me calificaron con un 10. Fue un momento muy feliz porque pude lograr algo que siempre busqué y que me gusta mucho”, contó Leo.

“Fue un proceso difícil y en una universidad que quiero mucho, que es exigente, pero que te anima a responder. Es una universidad de libros, donde hay que meterse, investigar, pero te deja mucho conocimiento y seguridad a la hora de ejercer la profesión que uno elige”, manifestó el protagonista de esta historia.

Y sumó: “Hoy puedo decir que me siento muy preparado para hacerle frente y también con la necesidad de ejercer porque me gusta y porque estos años estuve usando los recursos de la universidad pública así que de alguna forma considero que tengo que devolverle algo a la comunidad de la que formo parte”.

Leonardo se recibió de contador público. Foto: gentileza Leonardo Bermúdez
Leonardo se recibió de contador público. Foto: gentileza Leonardo Bermúdez

Con relación a la enseñanza que comparte hoy con su hija, Leo destacó: “Cuando me recibí ella estaba muy feliz y adquirió eso: es la que mejores notas tiene en su clase y ya está investigando porque quiere ser astrónoma”.

Ahora, según señaló el hombre, sólo resta conseguir trabajo para completar el círculo y cerrar esta etapa: “Tuve algunas entrevistas y estoy a la espera de los resultados, pero lo más importante es que creo que puedo demostrar que cuando uno tiene un título de grado se abren muchas puertas”.

Al respecto, Leonardo concluyó: “No es que vas a salir de la universidad y vas a conseguir trabajo enseguida porque mucho se habla de eso y se dicen cosas de gente que con títulos profesionales sigue haciendo otros trabajos. Lleva tiempo, pero esto te da mejores posibilidades y lo importante es nunca bajar los brazos”.

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