Juliette Baldes, la enóloga francesa que forja su futuro en Mendoza

Realiza en el Valle de Uco un máster universitario. Se asombra con la amabilidad de la gente y la calidad de los vinos locales. Resalta diferencias del malbec mendocino y el francés.

Juliette Baldes enóloga francesa que se capacita en una bodega del Valle de Uco.
Juliette Baldes enóloga francesa que se capacita en una bodega del Valle de Uco.

“Me interesó Argentina, en especial Mendoza, para comparar las dos maneras de tratar con el malbec y ahora, más allá del trabajo, estoy fascinada con la belleza del paisaje, sus magníficas montañas y la amabilidad de su gente”, asegura Juliette Baldes en diálogo con Los Andes.

Afirma que las personas de nuestro país son mucho más felices que en Francia: hospitalarias, de mente abierta y con permanente capacidad de sociabilizar.

Juliette es asistente enóloga, desde febrero realiza un máster en vitivinicultura y enología en Domaine Bousquet, una bodega que produce vinos orgánicos en Tupungato. Allí permanecerá un tiempo más como parte de Vinifera, una especialización que ofrece la escuela Supagro en Montpellier y la Universidad UPM de Madrid.

Nacida el 20 de diciembre de 1999 en la región de Cahors, al sudoeste de Francia, donde su familia posee una bodega histórica en Vire sur Lot, cuna del malbec, la joven formó parte del equipo apenas se postuló.

- Juliette ¿Cómo te recibió Mendoza?

-He tenido la suerte de conocer sólo a gente extremadamente acogedora y de mente abierta, lo que me hace sentir casi en casa a miles de kilómetros. Estoy muy feliz aquí, casi al punto de no extrañar mis orígenes y tomar esto como una gran experiencia. La dueña del albergue Tupunto, donde vivo, en el centro de Tupungato, es amable y me integró en su círculo de amigos y familiares con extrema rapidez. Ya he conocido a muchos amigos nuevos en Mendoza tanto en el trabajo como en la vida cotidiana en el albergue. Como he explicado, la propietaria, Lina, me ha incluido en su círculo cercano y he podido participar en la fiesta de cumpleaños de 15 años de su sobrina. Me impresionó este evento porque no tenemos en Francia celebraciones similares.

-¿Qué diferencias encontrás entre la bodega familiar de Francia y la de Tupungato?

-La finca de Bousquet es muy diferente a la de mis padres, principalmente por su tamaño. Por lo tanto, requiere una cierta exigencia en términos de procesos y organización del trabajo. En Clos Triguedina, la bodega de mis padres, sólo trabajamos tres personas para toda la vinificación y aquí somos muchos más.

-¿Pensás regresar a Francia?

-Mi proyecto futuro es hacerme cargo de la finca vinícola familiar de mis padres, de modo que no creo que me quede en Argentina toda la vida, sólo durante el período de la cosecha. Antes de volver a casa definitivamente me gustaría hacer nuevas experiencias en otras zonas y países.

-¿Qué diferencias encontrás entre los vinos de tu país y los mendocinos?

-Recién he llegado en febrero, de modo que todavía no he tenido la oportunidad hacer una verdadera cata de los vinos de Domaine Bousquet, supongo que voy a poder esta semana. No quiero cometer errores en mi opinión, pero sí estoy en condiciones de señalar que el malbec de Argentina tiende a ser más afrutado, con una textura aterciopelada. En Francia suele tener más estructura, taninos más firmes, pero sigue siendo elegante.

-¿Te considerás amante del vino?

-Ciertamente me gusta mucho el vino, he crecido en una bodega entonces mis padres me han enseñado a apreciarlo. En Francia también existen vinos orgánicos pero el clima no es adecuado para este tipo de producción. En regiones con más lluvias y un clima más húmedo es más difícil lograr buenos orgánicos. Esta bodega se preocupa mucho por trabajar seriamente su viñedo y su vino de manera inteligente para intervenir de forma sostenible.

-¿Qué rol ocupás hoy en Domaine Bousquet?

-Asistente enóloga. Estoy ayudando para el seguimiento de las fermentaciones (densidades, temperaturas) y haciendo siembras. Sin embargo, en las próximas semanas comenzaré con otras actividades más variadas.

-¿Cuentan en tu región de origen con equipamiento y tecnología adecuados?

-Trabajamos con equipos modernos pero con ganas de seguir con la herencia y la historia de nuestra familia y respetar la tradición también. La bodega Clos Triguedina fue creada en 1830 por mis antepasados.

-¿Qué lugares de Mendoza conociste?

-Hago actividades con mis nuevos amigos según el día. Fui a hacer el camino del Manzano Histórico, por ejemplo. Pero como máximo tenemos un día a la semana, el trabajo durante este período de cosecha es muy demandante. Espero conocer mucho más en los próximos días. Eso sí: Mendoza me encantó desde un primer momento y ya no creo que cambie de opinión.

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