De Reina de la Vendimia a enóloga: Ana Laura Verde fundó una bodega y elabora su propio vino

Su propio relato sobre la madrugada del 4 de marzo pasado la pinta de cuerpo entero: cuando entregó la corona, retiró su valija del hotel mendocino donde se cambió y se maquilló y se dirigió junto a su familia al galpón de su pequeña finca de La Paz a controlar los vinos. Su vida actual.

Ana Laura Verde, la Reina de La Paz 2023.
Ana Laura Verde, la Reina de La Paz 2023.

Si algo faltaba saber de Ana Laura Verde para que sea considerada una verdadera reina, una representante cabal de la Tierra del Sol y del Buen Vino, es la anécdota que ella misma decidió compartir en un diálogo profundo con Los Andes y que sucedió la misma noche en que entregó la corona a su sucesora, Agostina Saua, el 4 de marzo.

“Pasé luego de la fiesta por el hotel donde me habían preparado, retiré mi valija y me fui con mi familia a mi hogar de La Paz, donde tenemos una pequeña bodeguita, a controlar los vinos que ya estaban a punto. Tomamos la temperatura, chequeamos que todo estuviera en orden y recién allí me fui a descansar. Esa noche, después de un impás de un año, me metí de lleno nuevamente en este mundo que tanto me apasiona”, relató.

Ana Laura tiene 23 años y hace uno que está de novia. Vive con sus padres Daniel y Alejandra –productor ganadero y docente, respectivamente—y sus cuatro hermanos, Franco, Nacho, Bruno y Nico. Retomó la carrera de Enología en la Universidad Juan Agustín Maza –pasó a tercer año—y en forma paralela se puso a vender los membrillos que ella misma produce, a la vez que se dedica de lleno a “Ana Verde Wines”, la bodega familiar que fundaron hace poco.

Ana Laura Verde el día después de entregar el trono en su bodeguita.jpg
Ana Laura Verde el día después de entregar el trono en su bodeguita.jpg

Durante un año mi compromiso y mi responsabilidad fueron con el reinado, algo que disfruté muchísimo y que agradeceré toda mi vida. Cuántas chicas, seguramente, habrán deseado estar en mi lugar. Fue un año ganado en todos los aspectos”, agregó.

Como para continuar el legado de sus antepasados, ya que sus abuelos paternos se dedicaban a la uva y su bisabuelo materno era contratista, Ana Laura decidió impulsar la industria a través de una pequeña instalación situada en la finca. “Era un viejo galpón en desuso que decidimos poner en condiciones y crear la bodega `Ana Verde Wines’ donde fabricamos vino artesanal, es decir, un rótulo que nos permite elaborar hasta 12 mil litros por año”, detalló. La denominación lleva su nombre alentada por su reciente reinado y por ser la única integrante de la familia que se está profesionalizando en la industria.

En el lugar, además, se llevan a cabo visitas guiadas de instituciones educativas, algo que Ana también valora y agradece. “Me encanta que nos visiten. Los chicos se sienten atraídos más por mi reinado que por el vino”, comentó, mientras ríe.

Duraznos y membrillos

Sin embargo, no todo se limita a los vinos de su propia autoría: Ana Laura también se dedica a comercializar otros productos que se cosechan en su porción de tierra, como duraznos y membrillos.

La cosecha de durazno coincidió con todas las actividades del fin de mi reinado, por eso no pude dedicarme de lleno, aunque con los membrillos estamos trabajando mucho. Afortunadamente crecieron muy lindos sin ningún tipo de granizo ni tormenta que los haya perjudicado”, señaló.

Humilde, sencilla y sin alejarse jamás de su verdadera esencia, esa que la llevó a lo más alto en la provincia de Mendoza, insistió en que los 12 meses vividos en 2023 fueron maravillosos y enriquecedores. Una experiencia que quedará grabada a fuego en su corazón por el resto de su vida.

“Un año que me lo llevo por siempre. Un privilegio haber sido elegida reina y ahora también un privilegio retomar lo que tanto amo. Muchas veces pienso en la gran cantidad de chicas que desean tener la corona de la provincia”, reflexionó.

También mencionó palabras de agradecimiento y profunda gratitud hacia su departamento, La Paz, que siempre la apoyó. Recordó también la hinchada “impresionante” que la acompañó aquella noche inolvidable.

Visito escuelas, sigo caminando la calle y recibiendo el cariño enorme de los paceños. Increíble el amor que recibo día a día aunque ya la corona esté en manos de otra persona”, sostuvo.

Y concluyó: “Mi sueño es dejarme sorprender. Haber sido elegida reina fue una sorpresa, entonces prefiero seguir en esa senda, aunque, claro, siempre tengo firme el deseo de seguir estudiando, recibirme y poder realizar alguna experiencia profesional fuera del país”.

Una sonrisa que contagió a todos

Ana Laura cautivó el corazón de miles de mendocinos que, más allá de pertenecer o no a La Paz, hinchaban por ella aquella noche del 3 de marzo de 2023. Cuando obtuvo los 69 votos suficientes para ser la nueva representante de la Fiesta Nacional de la Vendimia, su emoción contagió a todo el teatro griego Frank Romero Day. La joven le dio a La Paz su segunda corona nacional de la Vendimia. La única reina nacional que habían tenido hasta ese momento era Lorena Lorca, en 1996, una de las soberanas más queridas y recordadas por los mendocinos.

Tras recibir la corona nacional, la nueva soberana dijo sus primeras palabras a los mendocinos: “Este sueño es para todos nosotros, nunca imaginé que me iba a tocar llevar la segunda corona a mi departamento. Estoy inmensamente feliz”.

Su sueño había comenzado cuando fue coronada en la Vendimia de La Paz llamada “Racimos de sabiduría”, al representar al Club Defensores del Este.

Su belleza y carisma la hicieron entonces favorita del público que la eligió tal vez porque nadie mejor que ella para encarnar el legado vitivinícola en la juventud.

Ana Laura lleva el vino en sus genes. De bisabuelos viñateros, ella coincide en que llegó a la familia para continuar la tradición. No sólo estudia Enología, sino que a sus 23 años produce vino casero y busca difundir la labor de pequeños productores.

“Sí, estoy muy relacionada al mundo del vino porque estudio Enología, porque en el secundario me recibí como técnica agropecuaria con orientación enológica”, contó en esa ocasión y remarcó sus antecedentes familiares: “Cuando mis bisabuelos por parte de mi papá y de mi mamá llegaron a la Argentina, específicamente a La Paz, se dedicaron a lo que ellos sabían hacer que era la vitivinicultura. Luego mis abuelos ayudaban a sus papás en la finca. Después mi papá se dedicó a la ganadería, y ahora yo vengo a resurgir ese origen familiar vitivinícola”, narró con orgullo.

“Este año tomé la iniciativa de hacer en nuestra finca un pequeño espalderito de la variedad malbec, tenemos alrededor de una hectárea, es muy pequeño pero es para elaborar nuestros vinos”, había dicho, por entonces sin la idea concreta de lo que sería “Ana Verde Wines”.

Sobre la relación del vino con la juventud consideró que no es la misma que la de sus antepasados. “Muy poca gente no toma vino o no le gusta. La costumbre está. Hoy muchos lo toman con soda, con hielo, con gaseosa, como sea, eso yo lo respeto, mientras cada uno lo disfrute no hay una única forma de tomar vino”, opinó.

“En definitiva están apoyando la producción vitivinícola, consumiendo vino como sea, están ayudando a los productores”, remarcó.

“Sí, estoy muy relacionada al mundo del vino porque estudio Enología, porque en el secundario me recibí como técnica agropecuaria con orientación enológica”, contó Ana Laura.
“Sí, estoy muy relacionada al mundo del vino porque estudio Enología, porque en el secundario me recibí como técnica agropecuaria con orientación enológica”, contó Ana Laura.

El timbreo que robó corazones

Durante el mes previo a la elección del año pasado, la joven recorrió el departamento “timbreando” y así presentarse para que sus vecinos la conozcan en persona.

“Caminó la calle”, como suele decirse, cual campaña electoral, aunque lejos está de tener pretensiones o alguna vocación política, según aclaró en su momento.

Recorrí el 80 por ciento del pueblo, casa por casa, visitando a la gente para que me pudiera conocer porque aunque me promocioné por las redes, hay gente que no las utiliza; fue una linda forma de promocionarme”, recordó Ana Laura a Los Andes.

Su proyecto como reina departamental de La Paz, como no podía ser de otro modo, fue apoyar y revalorizar el trabajo de los elaboradores de vinos caseros, “algo que con los años ha ido decayendo, quiero fomentar la labor de los pequeños productores”, sostuvo.

Precisamente el 1 de febrero de 2023 Día del Vitivinicultor, visitó a una veintena de productores que tiene su departamento y les entregó herramientas para el trabajo de la cosecha, además de un reconocimiento por mantener viva la vitivinicultura de La Paz.

Era algo que me debía, fue una experiencia hermosa”, concluyó.

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