Top five: voy en Tren

En esta nota repasamos 5 recorridos, de esos que cualquier viajero que se precie debe permitirse.

Top five: voy en Tren
Top five: voy en Tren

El Transiberiano

El Transiberiano es un viaje en sí mismo. Méritos no le faltan. En su recorrido se atraviesan 7 husos horarios, 3 países y más de 9 mil kilómetros. La distancia que existe entre Tierra del Fuego y Colombia.

Este tradicional tren nació hace más de un siglo con la intención de unir Moscú con la ciudad portuaria de Vladivostok, en la costa pacífica. Una travesía que, antes de la llegada de los convoyes, se realizaba en trineo, carros o a caballo, con temperaturas que en invierno pueden alcanzar los -50 Cº.

Quizá sea una redundancia insinuar que cada viaje suponía una empresa (casi) imposible que más de uno pagó con su vida. En nuestros días, el trayecto puede demorar entre una semana y quince días, dependerá del tiempo y el bolsillo de cada pasajero.

En diciembre de 1916, el tren con el que hoy los viajeros sueñan partió por primera vez. Se daba inicio al mito. En sus 101 años de existencia, vio pasar la calidoscópica historia rusa, una donde hay lugar para zares, revolucionarios, tiranos, líderes y artistas.

A modo de muestra, entre sus pasajeros se cuentan personajes tan dispares como: Lenin, Stalin, Winston Churchill, David Bowie y también Angelina Jolie y Brad Pitt -previo al divorcio, por supuesto-.

Dispuesto a renovar la leyenda, cada dos días, este tren se despide de Moscú y se adentra con su traqueteo metálico en las misteriosas tierras siberianas, preparado para atravesarlas una vez más.

Muchos no saben que el Transib, como también le llaman, no es una única vía sino una red ferroviaria que ostenta diferentes ramales, como el Transmanchuriano que desvía su camino del Transiberiano en Társkaya y culmina su recorrido en Pekín y el Transmongoliano que, como indica su nombre, recorre Mongolia y finaliza también en la capital china.

El Tren de las Nubes

A pesar de ser uno de los trenes más altos del mundo, su nombre no responde a la sensación de sentirse cerca del cielo sino a una película. Décadas atrás, cuando este ferrocarril todavía era a vapor, dos tucumanos filmaron un viaje en este convoy. Al llegar a La Polvorilla la máquina emitió vapor.

La niebla tardó en disiparse y quedó flotando como si se tratara de nubes. La filmación se transformó más tarde en un documental que se tituló "Tren a las nubes". Así nació el nombre del ferrocarril más famoso de la Argentina.

En nuestros días, el tren conecta San Antonio de los Cobres con el viaducto de La Polvorilla, donde los rieles ascienden a 4.200 metros sobre el nivel del mar. Una vista panorámica que, año a año, deslumbra a miles de viajeros, mostrando el paisaje salteño desde una óptica que sólo el Tren de las Nubes puede dar.

Hay posibilidades de contratar sólo el trayecto en tren, o combinarlo con bus y visitar pueblos y puntos de atracción entre la ciudad de Salta y San Antonio de los Cobres, como el Alfarcito o la Quebrada de las Cuevas.

California Zephyr

Este tren metálico, de esos que recuerdan a las películas de Hollywood, une los 3.924 km entre Chicago y San Francisco. Una travesía que, en 51 horas, lo pasea -casi- de una costa a la otra de Estados Unidos.

En avión, por supuesto, el tiempo es mucho menor. Aunque las imágenes que regala el California Zephyr son únicas. Aquí el viaje no se cuenta sólo en kilómetros sino también en paisajes.

La distancia permite apreciar una geografía cambiante que se transforma a medida que este gusano metálico avanza. La nave atraviesa el horizonte plano de Nebraska, cruza el río Colorado, asciende hasta los 3 mil metros y atraviesa las Montañas Rocosas, uno de los puntos culminantes de la travesía.

Esos son sólo algunos de los puntos de interés.  Además, hay un vagón mirador especialmente acondicionado para disfrutar de las vistas.

El Maharajá Express

Aunque fue inaugurado en 2010, este tren rinde tributo al pasado. Desde su decoración que conmemora la influencia inglesa en la India colonial, hasta su nombre que significa el "gran rey", en tributo a los maharajás que gobernaron la zona durante siglos, el convoy une Nueva Dehli con Bombay. En total 1.400 km a través de la región de Rajasthan, al norte del país.

Al igual que el Transiberiano, el Maharajá Express propone diferentes rutas. El pasajero puede elegir entre cinco itinerarios con una duración de tres a siete días. Eso sí, el lujo es el denominador común de todos los recorridos.

Conocer el Taj Majal, ser testigo de un partido de polo con elefantes, visitar templos milenarios u observar encantadores de serpientes, son algunas de las opciones que se ofrecen en sus paradas. El viaje introduce al pasajero en una cultura ancestral y lo lleva también en un viaje en el tiempo.

Hiram Bingham

El nombre de este tren homenajea al arqueólogo y explorador estadounidense que en 1911 redescubrió las ruinas de Machu Picchu en Perú. El trayecto se inicia en la estación de Poroy, en las afueras de Cusco y durante 90 kilómetros pasea al viajero a través de la selva peruana.

Un paisaje frondoso se apodera de la ventanilla. Verde, en distintas tonalidades y texturas, pero siempre verde. Aunque también se pueden apreciar pueblos andinos como Ollantaytambo, abismos dramáticos y el caudaloso Urubamba que acompaña el recorrido.

El tren cuenta con cuatro vagones dedicados a la restauración donde los pasajeros pueden disfrutar de comidas gourmet y vistas panorámicas.

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