Megajuicio: policía habló de un intento de coima que el juez Bento no investigó

Nicolás Feiner relató que el efectivo Martín Bazán, un imputado ligado al abogado Ríos, le ofreció dinero para no reconocer a un narco.

El fiscal Dante Vega, protagonista en el megajuicio contra el juez Bento. / Foto: Orlando Pelichotti
El fiscal Dante Vega, protagonista en el megajuicio contra el juez Bento. / Foto: Orlando Pelichotti

Este viernes finalizó otra ronda de audiencias del megajuicio al juez federal Walter Bento. Los testimonios de los abogados Sergio Salinas y Lucas Lecour, quienes detallaron la sorprendente historia de Sebastián Palumbo, un detenido del juzgado de Bento que recibió, según sus testimonios, millonarios pedidos de coima, copó la atención.

Sin embargo, hubo otros testimonios importantes. Por ejemplo, el del subcomisario Nicolás Feiner, un efectivo que en su carrera participó en unos 500 allanamientos y quien contó detalles acerca de un presunto pedido de coimas con origen en un abogado de la supuesta “banda” del magistrado suspendido: Martín Ríos.

Feiner, años atrás, denunció que había recibido un ofrecimiento de dinero para que evitara reconocer a un narco: Juan Harry Gaete Allende. Esta propuesta aparentemente se produjo a partir de las intervenciones del abogado Ríos y el policía Martín Bazán. Feiner no aceptó y la maniobra fue denunciada, pero “el expediente fue archivado por el juez Bento pese a la prueba obrante en la causa y sin formular imputación contra las personas indicadas por la Fiscalía de Instrucción”, se lee en el requerimiento de elevación a juicio.

Tanto Ríos como Bazán están imputados en el megajuicio. Según el relato que dio Feiner esta semana en tribunales federales, tiempo después de un procedimiento de drogas del cual Allende había logrado zafar y profugarse, Bazán se contactó con Feiner para realizar un ofrecimiento.

“(Bazán) me contacta por Facebook y me dice si conocía a Martín Ríos, que él quería saber si estaba dispuesto a recibir dinero y si estaba dispuesto a no reconocer a Gaete en la rueda de reconocimiento”.

Naturalmente, Bazán “sabía que yo había participado en un procedimiento y que alguien se había dado a la fuga”, agregó Feiner.

Este chat de Facebook rompió la relación entre Feiner y Bazán, quienes hasta entonces eran amigos. “Con la captura de pantalla, se lo presenté al comisario Rivera. Él realizó la denuncia y me citaron a declarar una o dos veces. La segunda vez me preguntaron a qué compañía pertenecía mi teléfono y no se me requirió más al respecto”, declaró Feiner.

Y agregó, a lo largo del interrogatorio. “Éramos (con Bazán) los dos oficiales ayudantes, él tiene tres años más que yo en la Policía. Trabajamos en escuchas telefónicas. Al momento de tener este chat, yo no estaba ya en escuchas. Tenía muy buena relación con él, llegué a considerarlo un amigo. Pero la relación se quebró cuando sucedió esto”, indicó.

El chat que incrimina al abogado Ríos y particularmente al policía Bazán fue incorporado al expediente por el acuerdo de colaboración con otro de los letrados Matías Aramayo y Ríos, ambos del entorno de Bento.

Por su lado, el policía Martín Bazán se encuentra allí imputado por “cohecho activo agravado” en calidad de coautor.

Intento de suicidio

Este viernes, los testigos principales fueron médicos que detallaron el cuadro psicológico de uno de los imputados de la causa, Javier Ortega.

Ortega está imputado pero su caso es de importancia para la Fiscalía porque fue un presunto sobornador: dijo en 2021 haber pagado unos 722 mil dólares a cambio de recibir la libertad tras contratar a dos de los abogados implicados. Incluso se cree que entregó un departamento.

Lo que entró en juego este viernes fue su estado mental. Distintos profesionales indicaron que Ortega sufría depresión, era inestable y estaba dispuesto a cualquier cosa para evitar la cárcel. En 2019, cuando cayó preso por contrabando, intentó quitarse la vida en la Unidad 32 de tribunales federales.

El psiquiatra Julio José Herrera contó que Ortega estuvo preso en el pasado y tenía pánico de que volviera a pasarle. “En el caso de que le pasara tener que ir a la Penitenciaría, prefería matarse”, indicó.

En la hipótesis del MPF, la desesperación de Ortega sirvió para que los abogados de Bento lo sobornaran, mientras que la defensa sostiene, en sentido contrario, que ese temor fue usado para que denunciara coimas que no existieron.

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