La Libertad Avanza logró firmar el dictamen de mayoría de la “ley ómnibus” en la Cámara de Diputados con apoyo del PRO y parte de la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal. El oficialismo ahora va por la aprobación en el recinto, en un clima de incertidumbre por el rechazo de un puñado de “dialoguistas” que se desmarcaron.
El dictamen se firmó cerca de la 1:30 de la madrugada del miércoles y recibió 55 firmas de las 115 que componen el plenario de las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales. Del total de adhesiones, 34 fueron en disidencia parcial, es decir, con reparos hacia algunos puntos.
El primer dictamen de minoría fue el de Unión por la Patria (rechazo) con 45 firmas lideradas por Germán Martínez. Luego siguieron el de la Coalición Cívica (tres firmas, de Juan Manuel López, Maximiliano Ferraro y Paula Oliveto), la socialista santafesina Mónica Fein y la bonaerense Margarita Stolbizer (dos firmas) y el Frente de Izquierda (una firma, de Christian “Chipi” Castillo).
El despacho mayoritario se terminó de redactar en la oficina del presidente de la Cámara, Martín Menem, mientras transcurría el plenario en el edificio anexo de enfrente. De hecho, el kirchnerismo y la izquierda se quejaron varias veces de que no se conocía el texto que se estaba sometiendo a discusión.
Pasada la medianoche se vivieron momentos de zozobra ante la versión de que el oficialismo no conseguiría las firmas, pero finalmente lo logró con tres diputados “colaboracionistas” que llegaron a último momento desde el despacho de Menem: Nicolás Massot y los cordobeses Oscar Agost Carreño e Ignacio García Aresca.
¿Cómo se llegó a la mayoría? La Libertad Avanza aportó 21 firmas (18 propias más los aliados José Luis Espert y Paula Omodeo), a las que sumó 20 del PRO, ocho de la UCR, cuatro de Hacemos Coalición Federal y dos de Innovación Federal.
Los radicales se partieron exactamente a la mitad. Martín Tetaz, Lisandro Nieri, Karina Banfi, Atilio Benedetti, Roberto Sánchez, Soledad Carrizo, Martín Arjol y Pamela Verasay acompañaron el dictamen, mientras que los ocho diputados restantes en las comisiones, alineados a Facundo Manes, no firmaron ningún despacho.
Massot y los cordobeses Agost Carreño, Juan Brügge e Ignacio García Aresca (el representante más fiel del gobernador Martín Llaryora) fueron los firmantes por parte de Hacemos Coalición Federal.
El dictamen oficialista se completó con las adhesiones de los diputados de Innovación Federal Carlos Fernández, de Misiones, y Agustín Domingo, de Río Negro, quienes responden respectivamente a los gobernadores Hugo Passalacqua y Alberto Weretilneck.
La Coalición Cívica firmó un dictamen propio de 406 artículos en señal de rechazo a la reforma jubilatoria, la delegación de facultades (a pesar de que fue recortada), las retenciones y la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES. Los “lilitos” son en total seis diputados y se encaminan a votar en contra del proyecto.
Hubo otro dictamen, presentado por la socialista Mónica Fein y la bonaerense Margarita Stolbizer, otras dos legisladoras que rechazarían la iniciativa junto con Esteban Paulón, compañero de Fein, y posiblemente la cordobesa Natalia De la Sota.
Unión por la Patria firmó un dictamen de rechazo, pero no le alcanzó para que sea el de mayoría. Sin embargo, en el recinto podrían voltear artículos junto con los representantes de los bloques “colaborativos” que no acompañaron a La Libertad Avanza.
Las mayores dudas recaen sobre la suba de retenciones y el cambio en la fórmula jubilatoria. Los bloques no kirchneristas no avalan de ninguna manera el primer punto, mientras que en el segundo piden garantizar que los jubilados no pierdan poder adquisitivo en el empalme entre fórmulas (se pasará a un ajuste mensual por IPC desde abril).
Con el dictamen bajo el brazo, ahora el bloque oficialista esperará que pase el paro y movilización sindicales de este miércoles y convocará a sesionar entre jueves y viernes.