Momentos de máxima tensión y fuerte conmoción se viven por estas horas en el partido bonaerense de Caseros, algo que comenzó en horas de la noche de ayer y madrugada de hoy. Un hombre, identificado como Alejandro Maldonado y con evidentes trastornos psiquiátricos, fue abatido por la policía luego de una aterradora noche que incluyó un secuestro con toma de un rehén -quien fue asesinado-, más de 300 disparos y tres policías bonaerenses heridos.
Maldonado (47), protagonista de esta pesadilla en la vida real, se atrincheró en su vivienda de ese partido de la Provincia de Buenos Aires y tomó como rehén a un amigo, identificado como Alfredo Cáceres de 47 años y que había ido a cenar a la casa del secuestrador y que quedó a merced de este último. Antes de que la policía lograra abatir al captor, Alejandro Maldonado asesinó a su amigo en el interior de la vivienda. Y, según reconstruyeron fuentes judiciales que intervinieron en el procedimiento , fue el propio asesino quien destacó a los gritos que estaba “preparado para la Tercera Guerra Mundial” que ya había comenzado.
El ministro de Seguridad de Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, destacó en declaraciones a los medios presentes en el lugar que quien tomó rehenes era “un experto tirador” y destacó que los efectivos del Grupo Halcón lograron entrar a la vivienda ubicada en la calle Tres de Febrero una vez que pudieron abatir a Maldonado.
“Por lo que nos han dicho los peritos y por las características del cuerpo, se cree que (el rehén) llevaba entre seis y ocho horas muerto cuando se logró ingresar”, destacó Berni al referirse a cómo encontraron el cuerpo de Cáceres.
Fue también Berni quien confirmó que el asesino era una persona “totalmente enajenada” y que efectuó “más de 300 disparos” con “munición de alto calibre” y armas “semiautomáticas”.
Cronología de lo que pasó en Caseros
Pasadas las 23 de este lunes, Maldonado, su esposa, Cáceres y la esposa e hijos de este último compartían una cena en la vivienda tipo PH de Maldonado. En un determinado momento, como parte de una discusión que fue in crescendo, Maldonado habría intentado ahorcar a su esposa, por lo que Cáceres y su familia decidieron interrumpir la velada y abandonar la casa.
Sin embargo, preocupado por la integridad de la mujer dueña de casa, Alfredo Cáceres decidió ingresar nuevamente al PH -esta vez en soledad, sin su familia- y esta situación le permitió a la mujer del dueño de casa escaparse y ponerse a resguardo.
La situación se fue tornando cada vez más desesperante, dado que Maldonado tomó como rehén a su amigo y lo encerró en el baño. Del lado de afuera de la vivienda de Caseros, en tanto, un operativo policial comenzó a constituirse en en lugar, ya que los familiares de ambos hombres habían dado aviso de la situación.
Máxima tensión en Caseros
La situación se extendió durante más de 10 horas, por lo que durante toda la madrugada los efectivos policiales se mantuvieron formados en la calle e inmediaciones de la casa de Tres de Febrero, mientras que Maldonado -desde el interior- efectuó, por lo menos, 300 disparos.
A raíz de estos tiros, tres efectivos policiales que participaban de la toma del único rehén y del atrincheramiento del secuestrador resultaron heridos.
En un determinado momento, desde el exterior de la vivienda arrojaron una bomba de humo y en el interior de la casa se oyó solamente a un único hombre que tosía, por lo que comenzaron a sospechar que el amigo del secuestrador (Cáceres) estaba sin vida.
Una vez que lograron dispararle y acabar con la vida del captor, los efectivos de los grupos especiales pudieron ingresar a la vivienda y constataron que -además de Maldonado- Cáceres estaba sin vida y había sido asesinado por su amigo y con quien había estado la noche anterior compartiendo una cena acompañado por sus respectivas familias.
Los problemas psiquiátricos del atrincherado de Caseros
Aunque Alejandro Maldonado no tenía ninguna medida judicial pendiente -según confirmaron desde la Justicia bonaerense-, familiares y gente del entorno del secuestrador abatido confirmaron que habían denunciado en incontables oportunidades al hombre. Incluso, ellos mismos confirmaron que Maldonado estaba convencido e insistía constantemente en que la Tercera Guerra Mundial “ya había comenzado” y él estaba “preparado”.