Sobre el patrimonio ambiental, cultural e histórico de Mendoza y las políticas públicas

El tema del Patrimonio debería ser concebido con mayúsculas y coordinado provincialmente a través de un Ente, con la jerarquía que tiene el correspondiente a Turismo.

CHACRAS DE CORIA, LUGARES MENDOCINOS, Vecinos quieren declarar Chacras de coria patrimonio provincial.  Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
CHACRAS DE CORIA, LUGARES MENDOCINOS, Vecinos quieren declarar Chacras de coria patrimonio provincial. Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

El reciente Foro sobre Patrimonio Cultural, Turismo y políticas públicas, organizado por el INCIHUSA CONICET fue convocante y exitoso en sus presentaciones y planteamientos, que han abierto al público un horizonte de expectativas claras sobre el tema en particular y sobre su trascendencia.

En primer lugar quedó demostrado el valor de los trabajos de investigación sobre nuestro patrimonio cultural y la gran importancia que tienen estos conocimientos en la construcción de la identidad de Mendoza. Porque la identidad se reconoce si se la indaga a fondo, si se la cuestiona, si se reflexiona sobre ella y se difunden los conocimientos.

Es tarea imprescindible en una sociedad realizar estas investigaciones para tener conciencia de su identidad, haciendo visibles y útiles asuntos que están presentes en la realidad y no se advierten en el diario trajinar.

En el foro quedó claro que un proceso de construcción de identidad, fundamentado en investigaciones sólidas y lúcidas, es una base Imprescindible para la buena gestión del desarrollo sostenible. Nuestro presente está constituido totalmente por patrimonio ambiental, cultural e histórico y por lo tanto es nuestro punto de partida, nuestro basamento hacia el futuro.

Mientras los investigadores trabajan, los ciudadanos en general no están atentos a esta dimensión fundante de la realidad y por desconocimiento se muestran indiferentes y a veces hasta hostiles para asumirla. En general no se tiene conciencia de que nuestro patrimonio material e inmaterial, además de constituir la base de nuestra identidad, es un sistema de bienes activos y pasivos para desarrollarla en el tiempo, porque la identidad no es la tradición fosilizada, es dinámica y hay que tener lucidez y discernimiento para orientarla hacia su devenir más conveniente.

El turismo es un instrumento poderoso para poner a las personas en contacto con el patrimonio ambiental, cultural e histórico que identifica a una sociedad; y no solo a los visitantes de afuera, sino y sobre todo a los habitantes del lugar, o sea a nosotros. Las instituciones y organismos que se ocupan del turismo, en todos sus aspectos, se deben mantener en estrecha relación con los que se enfocan en patrimonio. De esa relación virtuosa nace un sólido respeto a la identidad del lugar y una indispensable ayuda a su protección, valoración y promoción al futuro, de manera sostenible.

Pero esta relación virtuosa requiere de una equidad de posicionamiento en las políticas públicas del lugar, que deben dar a ambas instituciones, Turismo y Patrimonio, un equilibrio de poder en el accionar. Esto no ocurre aquí, lamentablemente, mientras Turismo tiene una posición como Ente Provincial (EMETUR), con una muy favorable autarquía y peso, la Dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia aparece como subsumida dentro del vasto ámbito de Cultura, que hoy es una parte del Ministerio de Educación, Cultura, Infancias y Dirección General de Escuelas.

El vasto universo de Cultura es tan vasto que casi se desdibuja. ¿Es solo educación? ¿Es solo arte y espectáculos? ¿Es solo una antinomia entre popular o elitista? ¿Y la investigación sobre ella donde está? ¿Y la insoslayable atención al patrimonio, entendido como ambiental, cultural e histórico, en toda su riqueza y complejidad material e inmaterial, qué ente provincial lo atiende?

En el foro quedó de manifiesto, lamentablemente, que el tema está despiezado entre organismos diversos: un fuerte organismo nacional, consolidado y con recursos para hacer sólidas investigaciones, una dirección provincial a la que no se le da el rango y posición política merecidamente suficiente y algunos centros municipales (Godoy Cruz y Capital, especialmente), más algunas universidades (que no fueron invitadas) y algunas reparticiones de gobierno que deberían haber estado presentes.

En conclusión: el tema del Patrimonio debería ser concebido con mayúsculas y coordinado provincialmente a través de un Ente, con la jerarquía que tiene el correspondiente a Turismo.

A esta altura de la historia del mundo, si no se lo entiende así, estamos fuera de circuito.

Esto se constata con un ejemplo clarísimo: mientras el tema de las ciudades verdes se atiende con el máximo interés mundial y se hacen importantísimas planificaciones urbanas para constituirlas en su concepción actual (miren lo que se está haciendo en Paris al respecto…), en nuestra ciudad, que es un caso único en el mundo de urbanismo de oasis, de ciudad verde y un modelo que ha influido exitosamente en otras ciudades de la región, el tema no está suficientemente valorizado en las políticas públicas. El sistema forestal y de riego urbano está despiezado y fuera de control como patrimonio cultural y como se puede constatar en el Cerro de la Gloria y el Ecoparque, hay una triste ambigüedad en cómo se los maneja.

* La autora es arquitecta.

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