Entre Milei y su ajuste y el pasado reciente

Es muy probable que en las elecciones de medio término Cornejo mantenga su alineamiento y que, paralelamente, haya un fortalecimiento del mileísmo mendocino en la figura de vaya a saber qué dirigentes.

Cornejo y Francos
Cornejo y Francos

Es indudable que Javier Milei decidió encarar los primeros tiempos de su romance con el poder sin luna de miel. Los tres meses de bonanza con que la tradición política suele blindar el arranque de un gobierno no se dio en este caso, pero no porque haya habido un acuerdo de partes; fue el propio Presidente el que arremetió desde el arranque contra la dirigencia a la que él rotuló como casta desde su incursión como hombre público.

Recordemos que Milei decidió encarar esos casi tres meses de acomodamiento, que separan a la fecha de asunción presidencial del comienzo del año legislativo, con aquel discurso ante la multitud y de espaldas al Congreso que minutos antes había presenciado su juramento protocolar. Eso definió lo que pretendía realizar.

Por ello ahora se puede debatir si tres meses es mucho tiempo o poco como para vaticinar el éxito o fracaso de una gestión. En realidad, lo correcto sería considerar que es mucho lo que ya ha hecho este gobierno en poco tiempo. Transcurrieron días de fuerte ajuste fiscal, con severa reducción del gasto público y concreta búsqueda de equilibrio fiscal que ha mostrado resultados satisfactorios desde el punto de vista de los números. Aunque es cierto que los efectos duelen mucho en la economía doméstica, en el llamado bolsillo de los argentinos. Hay un escenario de baja sensible de la actividad económica y un cuadro recesivo como consecuencia del bajo poder adquisitivo. La gente, no obstante, hace el esfuerzo. Es lo que refleja la mayoría de las encuestas.

Puertas adentro de la Argentina los gobernadores, vapuleados por el Presidente más allá del esfuerzo dialoguista del ministro del Interior, en mayor o menor medida protestan contra el impulso presidencial que bajó la presión del grifo de los recursos, pero a la vez reconocen que lo que se irradia desde la Casa Rosada es en gran medida lo que corresponde para poner la economía en orden de una buena vez.

En esa línea se ubica claramente el gobernador Alfredo Cornejo, que defiende a viva voz el achique del gasto dispuesto por la nueva administración de la Nación y que está dispuesto a seguir aplicando el método en esta provincia. Por eso se habla de un reordenamiento local sin conflicto social. El modelo de equilibrio instaurado en 2015 ya no alcanza como ejemplo porque desde el Palacio de Hacienda, en Buenos Aires, apuran los tiempos.

Y en lo meramente político también se abren muchos interrogantes de cara a las próximas elecciones. Habrá que ver qué inserción tiene el sector libertario en las candidaturas a cargos provinciales o si se mantiene esa diferenciación entre lo local y lo nacional, aquí, en Mendoza, como en el resto de las provincias.

Si el Presidente consigue imponer su gestión, es difícil que no haya un traslado de su posicionamiento hacia sus candidatos provinciales. Quedó demostrado el año pasado que la foto de Milei en las boletas electorales fue determinante en el voto de la gente. Por eso Mendoza consagró tres diputados nacionales para los libertarios entre el renace demócrata y la presentación en sociedad de ignotos personales.

Y tal vez la falta de la foto del nuevo líder en las elecciones desdobladas que hubo durante todo el año pasado hizo que sus candidatos no tuvieran éxito en las provincias. Un ejemplo es el del actual presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, que debió conformarse con un lejano tercer lugar en las elecciones a gobernador de su La Rioja natal. Hubo otros ejemplos en ese sentido.

En Mendoza esa situación no se dio porque la pulseada se dirimió entre Cornejo y De Marchi a raíz de la tremenda caída del peronismo kirchnerista. Sin embargo, el año próximo el panorama puede ser diferente, siempre que la economía repunte y se transforme en una fuerte garantía en lo electoral.

Es muy probable que Cornejo mantenga su alineamiento y que, paralelamente, haya un fortalecimiento del mileísmo mendocino en la figura de vaya a saber qué dirigentes. Las elecciones legislativas, de medio término a nivel nacional, servirán para poner a prueba liderazgos y acuerdos de cara a la sucesión de Cornejo en 2027. Todo dependerá, hay que insistir con esto, en cómo le vaya al gobierno de Milei.

La gente espera que la inflación sea dominada y que el bolsillo responda todo el mes. Nadie se olvida de que la inflación se multiplicó varias veces durante la gestión anterior, pero también se impone el deseo de un freno que haga realidad la gran apuesta popular por el actual presidente de la Nación con tal de que no reaparezcan los fantasmas del pasado reciente, como marcan las encuestas.

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