Nunca lo den por muerto

Retroceder nunca, rendirse jamás. Este Talleres tiene una gran virtud: nunca se da por vencido. Por ende, nunca hay que darlo por muerto. Sucedió en la primera fecha: caía ante Beltrán y lo empató (1-1).

Después, en la segunda jornada estuvo al borde de la hazaña ante Guaymallén: caía 3-0 en el primer tiempo y terminó 3-2. Venía de ganarle a Rodeo (2-1) y ayer ante un Beltrán necesitado terminó festejando el punto.

¿Por qué? En el minuto 24 del primer tiempo perdía 3-1 y tenía un hombre menos (por la expulsión de Estrada), pero el Enano Vera se hizo gigante una vez más y metió un doblete para el 3-3.

En el final, casi lo gana con Fernández y casi lo pierde con un cabezazo a quemarropa de Giménez que Leonardi tapó milagrosamente.

Inexplicable lo de Beltrán, que no supo manejar los tiempos para sostener una ventaja de dos goles y un jugador más durante más de una hora. De esta manera, el equipo de Salas (sin victorias en el torneo) quedó casi eliminado y para clasificar depende de un milagro.