Mendo hipsters

Conocé las características de esta tendencia que integra diversos movimientos culturales y que crece en Mendoza.

Mendo hipsters

Por Valentina Cassino

SE HA TRANSFORMADO EN UNA PALABRA HABITUAL DENTRO DE LAS CHARLAS ENTRE AMIGOS, A VECES SE USA COMO CALIFICATIVO DENOSTATIVO PARA ETIQUETAR LO "DIFERENTE", PERO HIPSTER ES MUCHO MÁS QUE UN MODISMO, ES UNA TENDENCIA QUE CRECE EN MENDOZA E INTEGRA UNA DIVERSIDAD DE MOVIMIENTOS CULTURALES.

LO INDEPENDIENTE, LA MARCA DE LA CULTURA HIPSTER

El libre pensamiento y lo alternativo son la esencia de esta cultura juvenil. Se trata de un estilo de vida alejado de la moda, con un marcado gusto por lo retro, que va desde la indumentaria hasta el diseño de los espacios. Son defensores de la alimentación saludable y orgánica, amantes de la música alternati­va y el cine independiente, consumidores de artículos artesanales y amigos de lo digital.

Hay opiniones encontradas sobre si el movimiento conforma una tribu urbana o simplemente una subcultura, lo evidente es que los jóvenes que lo integran no necesaria­mente comparten los mismos espacios, ni se comportan como una organización, no reflejan en sí hábitos gregarios como se han po­dido observar en tribus urbanas ya extintas como los floggers.

Hípster deriva de la palabra “hip”, térmi­no usado en Estados Unidos por músicos de jazz en los años cuarenta para describir a toda persona que conocía la emergente subcultura afroa­mericana y el jazz. Los miembros de esta subcultura fueron llamados «hepcats», palabra que devino posteriormente en hípster. El uso del término fue mutando hasta llegar a transformarse en lo que hoy conocemos, una tenden­cia urbana enraizada en el escenario de la juventud.

Salimos en búsqueda de lo hipster, recorriendo tiendas de cine, barberías, restaurantes, tiendas orgánicas, bares y casas de ropa, viajamos por el ca­mino de los gustos que se enmarcan dentro de este movimiento, encontrando objetos de diseño , discos, prendas retro e infinitos artículos vintage de culto, paradójicamente lo difícil fue encontrar alguien que se acepte como hipster. Tal vez por el excesivo uso del término como etiqueta de lo excéntrico, demos­trando una vez más que salirse de lo mainstream da miedo, es un salto importante que hay que dar desde el edificio de lo conservador sobrepasando el terreno de los prejuicios. Sin embargo, lo hipster está presente, abarca una gran cantidad de personas, es una tendencia que vibra sin nombre por debajo de la personalidad de una generación joven que creció con las tecnologías y el libre pensamiento.

Pablo Furlotti de 25 años, es profesor en lengua y literatura, vive en Luján y nos llevó por un viaje hacia sus gustos. No decidió hacerse hipster, pero terminó por descubrir que sus gustos entraban dentro de esta tendencia.

"No me gusta categorizarme por un estilo o moda, creo que me considero una persona que le gustan ciertas cosas que comparte con otras. Me vestía de una forma que ni sabía que tenía un nombre como hipster, luego vi que hay personas que tenían los mismos gustos y el mismo estilo, por lo que vi que encajaba en la onda hipster", asegura Pablo.

Pablo se animó a mostrarnos el camino hacia lo hipster men­docino comenzando por la noche, nombró Rumbo Perdido con nostalgia, algu­na fiesta electrónica en donde pinche un buen DJ, bares de la Arístides o de Chacras donde pasen buena música punk, rock o metal y en donde se sienta en su hogar. Como plan diurno ir a la montaña, comer a la orilla del río, caminar, es­cuchar los sonidos de alrededor y llenarse de vida, al regreso una buena cena y cerveza artesanal.

TAL VEZ POR EL EXCESIVO USO DEL TÉRMINO COMO ETIQUETA DE LO EXCÉNTRICO, DEMOSTRANDO UNA VEZ MÁS QUE SALIRSE DE LO MAINSTREAM DA MIEDO, ES UN SALTO IMPORTANTE QUE HAY QUE DAR DESDE EL EDIFICIO DE LO CONSERVADOR SOBREPASANDO EL TERRENO DE LOS PREJUICIOS.

En cuanto a la tecnología la utiliza principalmente para conectarse con la música y encontrar aquello que le gusta. Escucha bandas como Miamy Horror, Arctic Monkeys, Broken Bells, Buttering Trio, Nicola Cruz, varios mix de DJs entre otras.

Para Pablo es muy importante lookearse y tener un estilo personal: "El look me refleja, refleja quien soy, cuál es mi personalidad. La ropa es un adorno a tu persona al igual que los tattos", explica. Sus prendas habituales son: camisas psicodélicas, tiradores, pan­talones chupines siempre, zapatos estilo zapatillas media caña, boinas, un pañuelo largo al cuello, jardi­neras desprendidas con las tiras colgando y remeras sueltas. Como consejo para los que no se animan sumarse a la tendencia y explorar por el miedo al qué dirán los "invita a tomarse un tiempo para conocerse, para que sean libres y encuentren su lugar en el mundo, que dejen de guiarse por las masas y usen la tecnología para aprender y abrirse. No hay que cerrarse en una idea, hay que hablar, comunicarse, conocer y no juzgar", finaliza.

LOS CORTES DE PELO SON DE LOS AÑOS 50 AMERICANOS, ÉPOCA DE BARBERÍAS CLÁSICAS Y NAVAJAS, PERO LAS INFALTABLES BARBAS Y BIGOTES RESPONDEN A VARIAS ÉPOCAS, ESPECIALMENTE LOS AÑOS 70 Y EL PERÍODO POSTHIPPIE.

Cuando hablamos de look moderno y estilo, hay una visita obligada a la Lookería Ovni que se encuentra en calle Aristides. Marcos Ovni abre las puertas de su nave para dialogar sobre sobre look y libertad. En lo particular cree que le faltan dema­siadas cosas para ser hipster, pero le encanta la estética de esta tendencia,

"tienen cosas muy lindas, porque toma mucho lo de lo vintage"

, comenta.

El lookeador más famoso de Mendoza, se ha definido en muchas oportunidades como retrofuturista, asegura que: "el volver es una moda, siempre se va a ir volvien­do y fusionando con lo nuevo. Se toma todo del pasado, ahora se toman de diferen­tes épocas, es mucho más amplio, tenemos más décadas para elegir en el estilo vintage".

En relación al estilo por el que se puede identificar a un hipster, Marcos explica que los cortes de pelo son de los años 50 americanos, época de barberías clásicas y navajas, pero las infaltables barbas y bigotes responden a varias épocas, especial­mente los años 70 y el período post hippie.

Todo el que entra a la lookería sabe que está invitado a animarse a ser más independiente y auténtico, sin importar si el corte se usa o no se usa, lo que reina en las paredes y en todo el diseño del espacio es el libre pensa­miento.

"A mí me preguntan qué se está usando y yo les digo: ¡qué me importa lo que se esté usando! , hagamos algo que te quede bien a vos, no me gusta la masividad en los cortes, generalmente terminás haciendo la misma cosa o repitiendo lo mismo porque se pone de moda. La idea no es hacer un corte estándar y sacarlo a la venta",

aclara Marcos y asegura que si bien los cortes ya están todos hechos lo que hace es fusionar estilos de distintas épocas: “no es nuevo, son mezclas del pasado, eso sería el retro futurismo”.

"Las personas van eligiendo cambiar en momentos particulares de su vida, por algo interno. Hay que salir un poco de la moda, buscar lo auténti­co en vos, cada uno sabe lo que le queda bien, si te ponés a buscar en vos mismo terminás por tener mucho más estilo que copiando, obviamente siempre vas a terminar agarrando tendencias, pero tenés que buscar tu estilo en tu corazón", concluye Marcos.

Puede que lo hipster, una tendencia que busca escaparse de la moda, haya termi­nado irónicamente por ponerse de moda. Lo claro es, que no le hace mal a nadie, es una subcultura sana, que reúne un grupo heterogéneo de personas con gustos muy diversos. Cada uno reflexionando reconocerá sin duda su punto de coincidencia con lo hipster o podrá encontrar a alguien de su entorno que es parte de esta tendencia posmoderna basada en el “volver” tomando las principales herramientas de esta nueva era.

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