En foco: Uruguay se complicó solito por no animarse a más

Como le pasó a México el sábado pasado contra Argentina, la Celeste se acordó de atacar después del 0-1 de Portugal. El planteo conservador de Diego Alonso tuvo su castigo. Ahora, para no quedar elminado en primera fase, está obligado a vencer a Ghana el viernes próximo.

En foco: Uruguay se complicó solito por no animarse a más
Olivera tuvo la primera del partido. Su remate se fue afuera (Foto: AP).

Ver para creer lo de Uruguay, un equipo que tiene material de sobra como para pelearle de igual a igual a cualquier adversario, pero que esperó hasta que le mojaran la oreja para salir de la “cueva” y atacar a Portugal.

Uruguay regaló el primer tiempo. Su entrenador apostó por un 5-3-2 en bloque medio-bajo que jamás inquietó a los de Ronaldo, que tuvieron durante mayor tiempo la pelota, claro, pero les faltó ideas, profundidad y sintonía fina en los metros finales. Ausente Bernardo Silva, los lusos dependián de algún remate de Joao Félix o algún que otro destello de Ronaldo y Bruno Fernández. Pero no mucho más.

La Celeste, con su propuesta tacaña de achicar permanentemente haciá atrás, dependió de alguna patriada individual de Bentancur o Darwin Núñez. Justamente el volante central ex Boca fue el que marcó el camino con un corte y conducción para romper líneas, se terminó filtrando por entremedio de dos portugueses y quedó mano a mano con Costa, pero el arquero lusitano se quedó con el pie a mano.

El segundo tiempo siguió siendo igual que el primero. Uruguay no modificó su libreto y, sobre los 10′, llegó el gol de Portugal. Centro desde la izquierda de Bruno Fernández, Cistiano Ronaldo -habilitado por Varela- saltó a cabecear (pero ni siquiera la rozó), le picó a Rochet y se metió por el segundo palo: 1-0. El gol fue de Bruno, no de Ronaldo, quien sonrió al mirar la pantalla.

Ahí nomás, Alonso mandó a la cancha a Pellistri y de Arrascaeta por Godín y Vecino. A la carga mis valientes. Y justamente a partir de la hora de juego se empezó a ver lo mejor del elenco charrúa. Con Pellistri hubo desequilibrio por la banda derecha y de Arrascaeta tocó y se movió. Así, Maxi Gómez (reventó el palo), Luis Suárez y Giorgian tuvieron tres situaciones nítidas como para empatarlo, pero el destino dijo que no.

Porque como le pasó a México el sábado pasado contra Argentina, Uruguay se acordó de atacar después del 0-1. El penal polémico de “Josema” Giménez le permitió a Bruno Fernández ampliar el marcador. En definitiva, el planteo amarrete de Diego Alonso tuvo su castigo y los hinchas uruguayo se fueron con la cara larga de tristeza. Es que no se explican cómo una selección con tantos jugadores de buen pie no se animó a atacar desde el principio. Mucho más todavía, si se tiene en cuenta que el empate y la derrota significaban lo mismo porque en la última deberá ganarle de igual modo a Ghana para tener aspiraciones.

Uruguay regaló una hora de partido y ahora, se complica la clasificación charrúa.

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