Cada edición del Rally Dakar necesita una logística gigante, algo que tuvo que perfeccionarse desde el inicio de la pandemia. En diciembre de 2020 todos cambió debido al cierre de fronteras por el aumento de casos de Covid 19. Un año más tarde, ya con las vacunas, la variante Omicron también encendió las alarmas.
Tras dos PCR obligatorios antes de viajar a Arabia Saudita, la organización del Dakar establece que a la llegada a Jeddah, la ciudad que tiene como epicentro a la logística de la gran carrera, hay que someterse a un PCR obligatorio, que se efectúa en el centro deportivo Rey Abdullah, un lugar que se destaca por la opulencia en sus instalaciones.
Cada integrante de la organización (pilotos, mecánicos, periodistas, miembros de ASO y todas las personas vinculadas al Dakar) deben dar negativo en los test de PCR. Recién ahí están habilitados a ser parte de toda la competencia en una burbuja que comenzará a moverse el 1 de enero, desde Jeddah a Ha’il.
En las últimas horas se dieron algunos casos positivos de Covid-19. De la organización, algunos equipos y hasta competidores, como la española Sara García. En el caso del argentino Jeremías González Ferioli, se le detectó en su último PCR, previo al viaje rumbo a Arabia Saudita.